Durmiendo en una cáscara de pupa
mariposa crisálida quiescente
en oro que florece al sol ardiente
frágil, como colgando de una grupa
el ojo de la lupa es cuanto ocupa.
Ajena vive al clima del ambiente,
la cobijan las sedas del Oriente
y en su vaina dorada el agua chupa.
A la espera del beso del amante
despierta del letargo sorprendida
y rompe la pared con un diamante.
Extendiendo las alas y rendida
ante un cielo de azules deslumbrante
descubre los matices de la vida.
Rybka