HOMENAJE A LA MADRE DE SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

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Heriberto
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HOMENAJE A LA MADRE DE SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

Mensaje por Heriberto » Mié Abr 21, 2010 04:47

Te puedo ver, Damián, joven y fuerte,
la tierra cultivar;
te puedo ver sembrando la semilla
y rezar y soñar.
Puedo ver que tu rostro se ilumina
con la lámpara débil del altar
a donde de rodillas has llegado
la fuente del amor a contemplar.

Jesús oculto en el Sagrario atrapa
tus sueños de verdad,
y en diálogo amoroso le platicas
tus deseos de amar.
Quieres ser sacerdote, misionero;
no te puedes quedar
a ser granjero sólo, campesino,
y la tierra surcar.
Quieres cruzar los mares, irte lejos
y tu vida ofrendar;
llevar el Evangelio a todas partes,
llevarlo más allá...

Yo sé de dónde te nació ese anhelo,
lo puedo adivinar:
fue tu madre, Damián. Ella te indujo
a darte a los demás,
a entregarte y servir enteramente
sin ponerte a buscar
opciones, estrategias o maneras,
a darte nada más.
Fue tu madre, Damián, la que en tu alma
sembró la caridad
y el amor a los Sacros Corazones
y la fe y la piedad.

Por ella fue, Damián, que tú llegaste
a la isla Molokai,
porque ella te enseñó desde muy niño
a amar sin calcular
y de sus labios los primeros rezos
pudiste pronunciar.
Por ella fue que decidiste en vida
tu cuepo sepultar
entre aquellos hermanos marginados.
Dios hizo lo demás...

Tú estabas contagiado de otra lepra
mucho antes de llegar
a aquella isla de horrores y de muerte;
y, déjame pensar
que tu madre que tanto a Dios amaba,
te pudo contagiar,

pues no llegaste ahí para enfermarte.
Ibas enfermo ya.
¿Piensas que aquellos pobres te enfermaron?
¡Oh, no, hermano Damián!
No se puede culpar a quienes se ama.
No les puedes culpar.
Fuiste tú quien llegaste a contagiarlos
de amor y eternidad.

¿Por ventura, hay un virus de más fuerza,
que se propague más,
que el virus del amor que enaltecía
tu sed de inmensidad?

No bien llegaste tú que les volviste
las ganas de rezar.
Tu amor profundo por la Eucaristía
los pudo sublimar.

Los convenciste que en las llagas todas
de su cuerpo mortal,
representaban la pasión de Cristo
de forma radical
y en medio de penumbras y de muerte
volvieron a entonar
un himno de alegría y de alabanza
al Dios de la bondad.
Como aprendiste, tú les enseñaste
la tierra a cultivar
y lograron, en su desesperanza
ilusiones sembrar.
Resurrecciones eran sus semillas
de esperanza y de paz,
una esperanza que jamás perdiste,
¡Damián de Molokai!

Déjame interpretar: cuando dijiste
un día al predicar:
"Nosotros los leprosos..." ¿No fue acaso
que pudiste notar
que al fin tu enfermedad de amor se había
comunicado ya?
¿Tu enfermedad de cielo, de esperanza,
de luz y eternidad?
¿que antes de que la lepra comenzara
tu cuerpo a devastar,
ya tu alma singular se había dado
en mil pedazos más
y tu lepra de amor había logrado
las almas contagiar?
Déjame que interprete, hermano mío,
sin temor a fallar,
que fue tu santa madre quien te tiene
ahora en el altar...


Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)

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Romantyka
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Re: HOMENAJE A LA MADRE DE SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

Mensaje por Romantyka » Jue Abr 22, 2010 12:47

Estimado Poeta Heriberto

Vengo con el tintero y la pluma en la mano,
a saludar las hermosas letras del hermano,
que pinta y colorea el alma de este ser humano.

Gracias amigo, por enriquecernos con sus letras..
Todo un placer siempre navegar en su pedacito de cielo.
Que Dios me lo guarde y bendiga..

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TARDE GRIS
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Re: HOMENAJE A LA MADRE DE SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

Mensaje por TARDE GRIS » Mié May 05, 2010 16:26

QUÉ TEMA!!
Todo un homenaje sin duda a la madde de San Damián...
Te felicito, es un escrito intenso y dejo mis saludos para ti.

Me encantaron estos versos...

Quieres cruzar los mares, irte lejos
y tu vida ofrendar;
llevar el Evangelio a todas partes,
llevarlo más allá...


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Mujer de Espuma
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Re: HOMENAJE A LA MADRE DE SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

Mensaje por Mujer de Espuma » Mar May 11, 2010 02:23

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Ahora nuestro Santo a quien veneramos los Hijos de los Sagrados Corazones
Una reseña de su vida, que deso compartir con mis hermanos.
Gracias Heriberto por este aporte que nos has traído a la Santa Madre de nuestro querido Padre Damián.

José de Veuster - el futuro P. Damián - nace en Tremelo, en Bélgica, el 3 de enero de 1840, de una familia numerosa de agricultores-comerciantes. A principios de 1859, ingresa a la Congregación de los Sagrados Corazones, iniciando su noviciado en Lovaina. Unos pocos años antes, su hermano mayor había tomado la misma decisión.

En 1863, su hermano debía partir a la misión de las Islas Hawaii, pero cae enfermo. Ya estaban listos todos los preparativos para el viaje. Damián obtiene del Superior General el permiso de sustituir a su hermano. Desembarca en Honolulu el 19 de marzo de 1864 y allí mismo recibe el sacerdocio el 21 de mayo. Sin demora, se entrega en cuerpo y alma a la vida áspera de misionero en favor de los habitantes de Hawaii, la isla más grande del archipiélago.

En aquellos días, para frenar la propagación de la lepra, el gobierno hawaiiano decide la deportación a Molokai - una isla cercana - de todos y todas cuantos estuviesen atacados por la enfermedad, en aquel entonces incurable. Su desdichada suerte preocupaba a toda la misión católica. El obispo Mons. Maigret habla de ella con sus sacerdotes. No quiere obligar a nadie ir allí en nombre de la obediencia, sabiendo que semejante orden es una condena a muerte. Se ofrecen cuatro misioneros: irán por turno a visitar y asistir a los leprosos desgraciados en su desamparo. Damián es el primero en partir: era el 10 de mayo de 1873. A petición personal y de los mismos leprosos, se queda definitivamente en Molokai.

Damián trae esperanza al infierno de la desesperación. Fue el consolador y animador de los leprosos, su pastor, médico de sus almas y de sus cuerpos, sin discriminación de raza o religión. Dio voz a los sin voz. Construyó una comunidad donde el gozo de estar juntos y la apertura al amor de Dios proporcionaba a sus miembros nuevas razones de vida.

En 1863, su hermano debía partir a la misión de las Islas Hawaii, pero cae enfermo. Ya estaban listos todos los preparativos para el viaje. Damián obtiene del Superior General el permiso de sustituir a su hermano. Desembarca en Honolulu el 19 de marzo de 1864 y allí mismo recibe el sacerdocio el 21 de mayo. Sin demora, se entrega en cuerpo y alma a la vida áspera de misionero en favor de los habitantes de Hawaii, la isla más grande del archipiélago.

En aquellos días, para frenar la propagación de la lepra, el gobierno hawaiiano decide la deportación a Molokai - una isla cercana - de todos y todas cuantos estuviesen atacados por la enfermedad, en aquel entonces incurable. Su desdichada suerte preocupaba a toda la misión católica. El obispo Mons. Maigret habla de ella con sus sacerdotes. No quiere obligar a nadie ir allí en nombre de la obediencia, sabiendo que semejante orden es una condena a muerte. Se ofrecen cuatro misioneros: irán por turno a visitar y asistir a los leprosos desgraciados en su desamparo. Damián es el primero en partir: era el 10 de mayo de 1873. A petición personal y de los mismos leprosos, se queda definitivamente en Molokai.

Damián trae esperanza al infierno de la desesperación. Fue el consolador y animador de los leprosos, su pastor, médico de sus almas y de sus cuerpos, sin discriminación de raza o religión. Dio voz a los sin voz. Construyó una comunidad donde el gozo de estar juntos y la apertura al amor de Dios proporcionaba a sus miembros nuevas razones de vida.

Después de contraer la enfermedad, en 1885, pudo identificarse completamente con ellos: "Nosotros los leprosos". El P. Damián fue ante todo un testimonio del amor de Dios por los hombres. Sacaba fuerzas de la Eucaristía, de la presencia de Dios: Al pie del altar podemos encontrar la fuerza necesaria en nuestra soledad... (carta). Allí encontraba para él mismo y para los demás apoyo y estímulo, consuelo y esperanza que comunicaba a los leprosos con fe inquebrantable. Por eso pudo sentirse el misionero más feliz del mundo Murió el 15 de Abril de 1889. Su restos mortales fueron trasladados en 1936 a Bélgica y enterrados en la cripta de la iglesia de la Congregación de los Sagrados Corazones (Picpus) en Lovaina. Su fama se extendió a través del mundo entero. En 1938 se introdujo el primer proceso de beatificación en Malinas (Bélgica). El Papa Pablo VI firmó el 7 de julio de 1977 el Decreto sobre la heroicidad de sus virtudes, mientras que el 4 de junio de 1995 fue beatificado en Bruselas por el Papa Juan Pablo II.
El 11 de octubre de 2009 se celebrará en Roma la canonización del Padre Damián
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