
¡Ven y sazóname la piel!
enjabóname lleno de miel
sosobro a tiernos encantos
sentir que masticas, añicas
cada punto del cuerpo, aplicas
es un sabor inigualable, ¡salas!
mas no conduce al desencanto
porque sabes, como llegar a mi
¡me libas, me hueles, me adobas!
soy el cautivo, a quien amas y robas
no tengo mal sabor, tus labios arropas.
¡Ven y permíteme nadar en la boca!
donde habré de bañar, vivir como toca
es que, esos ingredientes, son divinos
sean dulces y picantes, son de ti, vinos
por eso, no juzgo, masajear, en el hecho
solo ensueño conquistarte, yo sal echo
despojar aun más hondo, moro en tu pecho
así, se funden el fogaje, es en pleno lecho
no hay descripción, no habiendo despecho.
¡Ven y consume toda ésta, mi vida!
no saldré despavorido, pero, sí vivida
habré de experimentar, el alma cohibida
para llenarla de calor, amor, menos inhibida
no obstante, no dejar maldad sea absorbida
porque, la calma, puede caer sombría, mórbida
sin haber algo que incite, reviva, no ser prohibida.
©José Luis López