
Las serpientes asechan, se meten en la vida de quienes no la desean… pero con tal de devorar acorralan la vida de los demás. Dañan, son arpías que solo le gustan dañar… el diablo está en su mirada y sin lagrimas en los ojos dañan a las personas que aman… a las que alguna vez cometieron un error, pero aun así con esa herida en el corazón siguieron su camino.
Se arrastran en busca de su felicidad estrangulando los deseos de felicidad de los demás, se aprovechan de las grietas que causaron una mala jugada para entrar ahí y hacer más daño de lo que hay…
Les digo a esas serpientes venenosa que solo le gusta el mal… que no se acerquen a los que amo porque así le ira… con la pala en mi mano las estaré esperando para cortarles las ganas de hacer mal… cuidando la espalda de un alma que ha cometido un error, pero con sangre la ah pagado y aun sigue.
Es juzgada y criticada… pero no por quienes en verdad las aman; nadie se puso en el lugar de esas personas y no saben lo que piensan… así que serpientes venenosas, cuiden esas bocas, porque tal vez puedan morderse solas. Y si no mueren por su propio veneno con la pala en mi mano la estaré esperando.
Las tardes grises son para esa alma caída pero los que en verdad la aman aremos lo posible para pintar sus días… los truenos que caigan del cielo tratando de castigarla no la tocaran… porque dios sabe porque ocurrió aquella mala jugada y mas que seguro que la protegerá.
Serpientes venenosas, que se creen mejor que los otros seres vivo, se arrastran en busca de la felicidad pero con su actitud de devorar nada encontraran y así le irá… se enrollan en su propio cuerpo asiéndose caricias ellas solas porque nadie se animara a tocar y todo perderán.