donde la juventud regía,
muchachos del mismo barrio,
estudiábamos para algo,
pero era necesario,
dedicarnos al deporte,
y fue el básquetbol
de la pelota de cuero, blader
y pitote con disimulo.
Eran las madrugadas
el mejor horario,
mi ventana y los pelotazos
retumbaba la calle sola,
debía dejar el sueño y unirme al tropel,
entrenar en la escuela fiscal ,
de don Gustavo Castro
campo de tierra entre cuatro paredes.
Una cuadra de la plaza de Armas.
La fría mañana cortaba la piel,
y las orejas se encendían,
primero era nuestro deporte,
entrenar para competir.
Con los rayos de sol tímidas
asomando el día
Volvíamos para levantar
vuelo e ir al palomar
G.U.E. Mariscal Cáceres
Frisábamos 14 a 15 años y nuestro
Tutor el Sargento Infanzón,
con ojo clínico formó gran equipo.
Baloncesto deporte escogido
por ser completo y agilidad vista
sana juventud debía crecer.
Muchachada, del Jirón Dos de Mayo,
cuadras 4, 5 y 6 agrupa el personal.
antes tradicional Calle Tambo
Equipo de buenas campañas,
atropellando por los palos,
Campeonatos nocturnos de Básquetbol
en Liga deportiva de Huamanga deMenores.
Optamos un uniforme,
era negro, tipo vividí,
bordes y números amarillos,
y en el pecho con orgullo,
Dos de Mayo en semicírculo,
adornado con un gran número,
yo era el nueve.
Por nuestra dedicación
y seriedad empezamos en
Segunda Categoría
llegamos a Primera,
y Superior de la Liga de esos tiempos.
Nocturnos partidos donde, con luz
de potentes focos,
sonaba, la música de fondo,
era la Sonora Matancera
con Moringa. El Corneta, La
Esquina del movimiento
con Daniel Santos,
Bienvenido Granda,
Nelson Pinedo
y muchos otros.
Éramos ya mozalbetes,
nos batimos con grandes
equipos profesionales,
éramos fuertes y unidos
la luchábamos, aguerridos
Muchos triunfos.
Como no recordar a los iniciados,
Lolo hijo del Sargento Infanzón
Fortunato De la Cruz,
mozo de la esquina
Dos de mayo con Tenería,
César Romero Martínez,
pulcro joven de atractiva figura,
El que habla con soltura de líder
Walter Bonilla Palacios,
hijo de hacendado de la bella Chupas.
Jóvenes del mismo barrio,
Lucho León, mozalbete
De cortos años siguiendo
Al tropel de amigotes.
Que tiempos aquellos,
donde por cada triunfo
de nuestro equipo
eran los premios
una taza caliente de te
y sus galletas de agua
alegría y contentos.
Suplíamos necesidades
con prestados aditamentos
zapatillas o camisetas
que solo alcanzaban a unos cuantos.
Cuanto sudor, cuantas energía
que bañaba el cuerpo,
era el orgullo, la importancia de ganar
sobre todo
la alegría de hacer deporte y defender
nuestra camiseta
Bellos recuerdos de nuestro equipo querido
amarillo con negro,
Dos de Mayo en el pecho,
jornadas duras, difíciles partidos,
Era moderna la cancha de tierra bañada
con ladrillo molido que le daba un color especial.
Los Tableros de madera y los aros de fierros
de construcción moldeadas
eran las canastas
que tanto nos preocupaba conseguirlas.
Épocas de los buenos deportes donde no había
muchos vicios, la vida continuaba tranquila y las
mozuelas eran alegres y saltarinas falditas o vestidos
de medias cortas que dibujaban femeninas figuras,
gráciles y primaverales.
Éramos ya jóvenes
algunos debían seguir sus rumbos,
hacia diversos lugares como Lima o Cusco
a seguir por el camino del designio
de la superación cultural.
Lindas épocas homenaje a mis amigos y un silencio
póstumo por los que se fueron como
César Romero Martínez.
Luis Edmundo
Sayarumicha
12 de Enero del 2008
Estos hechos sucedieron en la ciudad de Huamanga, allá por los años 1957 al 1963.
Mi escuela Estatal “Mariscal Sucre” en el Jirón Dos de Mayo primera cuadra.
Mi Colegio la Gran Unidad Escolar Mariscal Cáceres de Huamanga