DESBORDE DE NUESTROS SENTIDOS...
Publicado: Dom May 29, 2011 17:00
DESBORDE DE NUESTROS SENTIDOS...
Por: Douglas J. Álvarez M.
Tu imagen grabada en mi mente, entumecida queda por tus recuerdos,
mi reflejo que atrapado en la profundidad de tu mirada perdida
la enciende ardiendo de nuevo,
el sabor que tu intimidad deja en mi paladar sediento de placer infinito,
el aroma de mi piel que impregna tu exigente olfato,
tus exquisitos gemidos que se escurren entre mis oídos,
el roce de mis manos dándole placer a tu curvilínea geografía,
tu cabello que ondea al ritmo de tu singular picardía enredando
mis dedos sin posible salida,
mi presencia en tus pensamientos que alimentan tus fantasías,
el sensual movimiento que ejecutan tus caderas cuando
galopas encima de mi anatomía,
mi susurro involuntario que desde muy cerca se adueña
de tu sentido auditivo,
mi presión sanguínea que aumenta cuando tus labios
se fusionan con los míos,
mi lengua que hace de tu boca su trinchera
en espera que la tuya le declare la guerra,
el encuentro de tu busto desnudo con el mío descubierto
que encienden mas aun nuestros deseos,
mis piernas que someten las tuyas y se entrelazan como un nudo marino,
tus fluidos corporales que preparan mi intimidad para ser invadida,
mi inquisidor sentido visual que hipnotiza el tuyo para que no tenga escape alguno,
las notas musicales que genera el silencio de tu deseo reprimido
retumban como eco en mis sentidos,
mi intimidad se magnifica ante tu presencia para saciar esas fantasías,
tu fuente de placer que se desborda como una cascada para ser navegada.
Como dos náufragos en una isla desierta nos embriagamos
de placer ante las cómplices olas que nacen en la profundidad del mar
y mueren a la orilla de nuestros deseos,
donde los únicos testigos de nuestra pasión desenfrenada
fueron los ángeles que colgados de las estrellas y alumbrados por la luz de la luna
se hicieron vigilantes silentes del desborde de nuestros sentidos.
Por: Douglas J. Álvarez M.
Tu imagen grabada en mi mente, entumecida queda por tus recuerdos,
mi reflejo que atrapado en la profundidad de tu mirada perdida
la enciende ardiendo de nuevo,
el sabor que tu intimidad deja en mi paladar sediento de placer infinito,
el aroma de mi piel que impregna tu exigente olfato,
tus exquisitos gemidos que se escurren entre mis oídos,
el roce de mis manos dándole placer a tu curvilínea geografía,
tu cabello que ondea al ritmo de tu singular picardía enredando
mis dedos sin posible salida,
mi presencia en tus pensamientos que alimentan tus fantasías,
el sensual movimiento que ejecutan tus caderas cuando
galopas encima de mi anatomía,
mi susurro involuntario que desde muy cerca se adueña
de tu sentido auditivo,
mi presión sanguínea que aumenta cuando tus labios
se fusionan con los míos,
mi lengua que hace de tu boca su trinchera
en espera que la tuya le declare la guerra,
el encuentro de tu busto desnudo con el mío descubierto
que encienden mas aun nuestros deseos,
mis piernas que someten las tuyas y se entrelazan como un nudo marino,
tus fluidos corporales que preparan mi intimidad para ser invadida,
mi inquisidor sentido visual que hipnotiza el tuyo para que no tenga escape alguno,
las notas musicales que genera el silencio de tu deseo reprimido
retumban como eco en mis sentidos,
mi intimidad se magnifica ante tu presencia para saciar esas fantasías,
tu fuente de placer que se desborda como una cascada para ser navegada.
Como dos náufragos en una isla desierta nos embriagamos
de placer ante las cómplices olas que nacen en la profundidad del mar
y mueren a la orilla de nuestros deseos,
donde los únicos testigos de nuestra pasión desenfrenada
fueron los ángeles que colgados de las estrellas y alumbrados por la luz de la luna
se hicieron vigilantes silentes del desborde de nuestros sentidos.