Noches en vela
Publicado: Dom Mar 14, 2010 15:37
Tumbado al borde de mi cama
observo las estrellas desde mi ventana
escuchando los bostezos de mi almohada
que me invita a soñar una noche abandonada.
El canto de los grillos como música de fondo
anuncian la llegada de fantasías sin retorno
que salen al entorno con mis pensamientos
surgidos del silencio de mis sentimientos.
Intento que florezca en mi cabeza aquél sueño
en el que me ayudas a aliviar este frío
posando tu excitado cuerpo sobre el mío
con orgasmos celestiales al oído.
Mi lengua perdida en el laberinto de tu boca
tocando lo que busca, buscando lo que toca;
esperando poder ser la maldita esclava
de esos besos que tanto anhelaba.
Tus manos sobre el monte de mi pecho,
las mías tocando tus oscuros deseos,
se vuelven locas por tus huesos
penetrando hasta el final de los anhelos.
"Te quiero" y "te deseo" susurrabamos al olvido
cuándo nuestros cuerpos caían ya abatidos
preparandose para lanzar el último alarido
tras el fuego que les había consumido...
Deja que venga la lluvia y nos moje,
que riegue los restos de nuestro goce,
que los roces del placer puedan renacer
hasta que ahogados mueran al amanecer.
Un saludo!
observo las estrellas desde mi ventana
escuchando los bostezos de mi almohada
que me invita a soñar una noche abandonada.
El canto de los grillos como música de fondo
anuncian la llegada de fantasías sin retorno
que salen al entorno con mis pensamientos
surgidos del silencio de mis sentimientos.
Intento que florezca en mi cabeza aquél sueño
en el que me ayudas a aliviar este frío
posando tu excitado cuerpo sobre el mío
con orgasmos celestiales al oído.
Mi lengua perdida en el laberinto de tu boca
tocando lo que busca, buscando lo que toca;
esperando poder ser la maldita esclava
de esos besos que tanto anhelaba.
Tus manos sobre el monte de mi pecho,
las mías tocando tus oscuros deseos,
se vuelven locas por tus huesos
penetrando hasta el final de los anhelos.
"Te quiero" y "te deseo" susurrabamos al olvido
cuándo nuestros cuerpos caían ya abatidos
preparandose para lanzar el último alarido
tras el fuego que les había consumido...
Deja que venga la lluvia y nos moje,
que riegue los restos de nuestro goce,
que los roces del placer puedan renacer
hasta que ahogados mueran al amanecer.
Un saludo!