A ¡ESE!
Publicado: Lun Oct 05, 2009 04:41
ESPERO QUE EST TEMA SEA DE SU AGRADO
No he renunciado a el,
Por que mi cuerpo se niega,
A dejar de sentir la caricia ciega,
Y lo sigo buscando,
En cada sitio que sus manos
Ha pasado por mi cuerpo.
Me aferro a su recuerdo,
Como la abeja a su flor,
Dejando salir de mí ser,
El deseo de tenerlo dentro,
Poseyendo mi fondo
Haciéndome solo suya,
Al tiempo en que lo siento mío.
Conozco cada uno de sus defectos,
Se que no es hombre,
De una sola mujer
Pero es su cuerpo el que me llama,
Es su sudor el que huelo en mi sueño,
Y mis poros ya desean su beso,
Recorriendo mi piel,
Saboreando mi carne
Tomándome a su antojo.
Es ¡a ese! el que mi cuerpo añora,
Al que le di la vida,
Le entregue mi alma,
Y si el volviera
Lo haría de nuevo,
Le entregaría mi sexo mi cuerpo.
Por que me hizo tocar la gloria en un suspiro,
Mientras de mi se hacia fuerte,
Volcándome de arriba a bajo,
De un lado al otro,
Dejando morir el alma
En el éxtasis perfecto.
Hurgo en mi cuerpo seduciéndolo entero,
Bebiéndose mí agua,
Mientras dejaba que sus manos vagaran solas,
Por mis dunas y montañas,
Por mis botones y mi Venus,
Uniéndonos en un volcán de sabores y olores.
Es ¡a ese! el que mi alma pide en un grito de locura,
El que de mi cuerpo se embriagó a manos llenas,
Regalándome un edén de delicias inspiradoras,
En ese ir y venir
En ese llegar y quedarse,
Dentro, has lo profundo,
Llenándome toda,
Lentamente poco a poco en cada beso
Cubriendo con amor mi cuerpo.
Es ¡a ese! el que mi cuerpo extraña,
A ese que me amo,
Sin fin, sin razón y sin medida,
Amándome tanto
Haciéndome feliz.
Cuando lo deje correr sus manos,
Por mi carne hasta estremecerme,
Mientras me cubría de orgasmo,
Haciendo que para amarlo
A la medida y perfección de su cuerpo,
Necesitara la vida.[/center]
No he renunciado a el,
Por que mi cuerpo se niega,
A dejar de sentir la caricia ciega,
Y lo sigo buscando,
En cada sitio que sus manos
Ha pasado por mi cuerpo.
Me aferro a su recuerdo,
Como la abeja a su flor,
Dejando salir de mí ser,
El deseo de tenerlo dentro,
Poseyendo mi fondo
Haciéndome solo suya,
Al tiempo en que lo siento mío.
Conozco cada uno de sus defectos,
Se que no es hombre,
De una sola mujer
Pero es su cuerpo el que me llama,
Es su sudor el que huelo en mi sueño,
Y mis poros ya desean su beso,
Recorriendo mi piel,
Saboreando mi carne
Tomándome a su antojo.
Es ¡a ese! el que mi cuerpo añora,
Al que le di la vida,
Le entregue mi alma,
Y si el volviera
Lo haría de nuevo,
Le entregaría mi sexo mi cuerpo.
Por que me hizo tocar la gloria en un suspiro,
Mientras de mi se hacia fuerte,
Volcándome de arriba a bajo,
De un lado al otro,
Dejando morir el alma
En el éxtasis perfecto.
Hurgo en mi cuerpo seduciéndolo entero,
Bebiéndose mí agua,
Mientras dejaba que sus manos vagaran solas,
Por mis dunas y montañas,
Por mis botones y mi Venus,
Uniéndonos en un volcán de sabores y olores.
Es ¡a ese! el que mi alma pide en un grito de locura,
El que de mi cuerpo se embriagó a manos llenas,
Regalándome un edén de delicias inspiradoras,
En ese ir y venir
En ese llegar y quedarse,
Dentro, has lo profundo,
Llenándome toda,
Lentamente poco a poco en cada beso
Cubriendo con amor mi cuerpo.
Es ¡a ese! el que mi cuerpo extraña,
A ese que me amo,
Sin fin, sin razón y sin medida,
Amándome tanto
Haciéndome feliz.
Cuando lo deje correr sus manos,
Por mi carne hasta estremecerme,
Mientras me cubría de orgasmo,
Haciendo que para amarlo
A la medida y perfección de su cuerpo,
Necesitara la vida.[/center]