INSTINTOS
Publicado: Mar Sep 01, 2009 07:33
estimados amigos un poema mas cuantas veces nos dominan los instintos
INSTINTOS
En el fondo más obscuro de tus ojos,
Puedo descubrir un impulso latiente,
De poseerme, de tenerme toda
Y no te atreves a engañarme,
Pues lo profundo de tus ojos
Ya me han dicho lo que quieres de mí.
Mi cuerpo siente exacto lo que pide tu mirada,
Mis sentidos enloquecen sin ningún atavismo,
Pues es también mi loco deseo
Y angustiante y febril delirio;
Entregarme a ti,
Siento tus ganas, tus ansias,
De beberme y disfrutarme,
Tanto como yo anhelo
Tenerte para mí
Mi cuerpo suda al reflejo de tus manos,
Subiendo, bajando por mi piel
Entre mis adentros,
Y mí gemido…
Te lo haz bebido.
La gruesa forma de tu cuerpo,
Tiembla y se erosiona,
Con la naturaleza de mi cuerpo,
Más desnudo, más implacable
En esa convulsión mutua,
De ambición carnal,
Que nos vulnera.
Somos fieras en celo,
Poseyéndonos, dominándonos
Con al fuerza constante de un idilio,
Esclavizándonos, sedientos.
Entre lujuria y erotismo desbordado,
Hemos abierto a nuestro antojo,
Las puertas del más abierto placer
Con las puntas de los dedos,
Con los labios abiertos,
Sintiéndonos fuertes, extravagantes
Dueños de nosotros mismos.
Y en estos momentos culminantes de orgasmo,
Morimos de locura y éxtasis infinito,
Cuando he abierto mi ser para que entres,
Me haces mujer a tu capricho
Hasta que hemos tocado el cielo,
Con el salvaje impulso
De estos bajos instintos.
derechos reservados de autor
cuando la vida es una el tiempo no desvanece
INSTINTOS
En el fondo más obscuro de tus ojos,
Puedo descubrir un impulso latiente,
De poseerme, de tenerme toda
Y no te atreves a engañarme,
Pues lo profundo de tus ojos
Ya me han dicho lo que quieres de mí.
Mi cuerpo siente exacto lo que pide tu mirada,
Mis sentidos enloquecen sin ningún atavismo,
Pues es también mi loco deseo
Y angustiante y febril delirio;
Entregarme a ti,
Siento tus ganas, tus ansias,
De beberme y disfrutarme,
Tanto como yo anhelo
Tenerte para mí
Mi cuerpo suda al reflejo de tus manos,
Subiendo, bajando por mi piel
Entre mis adentros,
Y mí gemido…
Te lo haz bebido.
La gruesa forma de tu cuerpo,
Tiembla y se erosiona,
Con la naturaleza de mi cuerpo,
Más desnudo, más implacable
En esa convulsión mutua,
De ambición carnal,
Que nos vulnera.
Somos fieras en celo,
Poseyéndonos, dominándonos
Con al fuerza constante de un idilio,
Esclavizándonos, sedientos.
Entre lujuria y erotismo desbordado,
Hemos abierto a nuestro antojo,
Las puertas del más abierto placer
Con las puntas de los dedos,
Con los labios abiertos,
Sintiéndonos fuertes, extravagantes
Dueños de nosotros mismos.
Y en estos momentos culminantes de orgasmo,
Morimos de locura y éxtasis infinito,
Cuando he abierto mi ser para que entres,
Me haces mujer a tu capricho
Hasta que hemos tocado el cielo,
Con el salvaje impulso
De estos bajos instintos.
derechos reservados de autor
cuando la vida es una el tiempo no desvanece