Y TE DIRE TE QUIERO.
Publicado: Jue Mar 26, 2009 02:13
Y TE DIRÉ TE QUIERO.
Sugestiva noche de relucientes estrellas en despejado cielo,
blancas espumas expulsadas al rumor de opalino Océano.
Tú y Yo, absortos, salpicados por olas en idílico desvelo.
Emociones que encienden los deseos tomados de la mano.
Incitante lecho salpicado de plata sobre morenas arenas,
cuerpos que cimbran al contacto de apasionados besos,
aromas de ternura que nos prodiga esta noche serena
entretejiendo fantasías y candor a dorados embelesos.
Se encumbra la pasión incitada por el Eros del amor,
pectorales unidos en sutiles caricias a dilecta intimidad,
Sudores que trascienden la tersura de piel y su fulgor;
Jadeos y susurros que hacen de este momento eternidad.
Y satisfecho el deseo, mis manos aún acariciando tus formas,
besando tu cabello y palpando de tu pecho su excitante convexo;
Que sublime es la entrega sin lujurias, prejuicios ni dogmas.
Ofensiva y vulgar, la liviandad irreflexiva del denigrante sexo.
Seductora noche que silente me entregó tu íntimo lucero,
que ha blandido tu cuerpo desnudo, mi apetecido estandarte,
en este mullido lecho mi alma repite, te amo, te quiero
y siendo mía tu intimidad, mi vida ofrendada para amarte.
Autor: Víctor A. Arana,
(VÍCTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Ohio, 9 de marzo 2009.
Sugestiva noche de relucientes estrellas en despejado cielo,
blancas espumas expulsadas al rumor de opalino Océano.
Tú y Yo, absortos, salpicados por olas en idílico desvelo.
Emociones que encienden los deseos tomados de la mano.
Incitante lecho salpicado de plata sobre morenas arenas,
cuerpos que cimbran al contacto de apasionados besos,
aromas de ternura que nos prodiga esta noche serena
entretejiendo fantasías y candor a dorados embelesos.
Se encumbra la pasión incitada por el Eros del amor,
pectorales unidos en sutiles caricias a dilecta intimidad,
Sudores que trascienden la tersura de piel y su fulgor;
Jadeos y susurros que hacen de este momento eternidad.
Y satisfecho el deseo, mis manos aún acariciando tus formas,
besando tu cabello y palpando de tu pecho su excitante convexo;
Que sublime es la entrega sin lujurias, prejuicios ni dogmas.
Ofensiva y vulgar, la liviandad irreflexiva del denigrante sexo.
Seductora noche que silente me entregó tu íntimo lucero,
que ha blandido tu cuerpo desnudo, mi apetecido estandarte,
en este mullido lecho mi alma repite, te amo, te quiero
y siendo mía tu intimidad, mi vida ofrendada para amarte.
Autor: Víctor A. Arana,
(VÍCTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Ohio, 9 de marzo 2009.