
Tomo las riendas del timón
nado con el barco hasta tu cuerpo
el corazón bombea a millón
de milagro, ni mal tiempo ni ciclón
sé que he de atracar, en ese lecho
dónde los perfumes, sacian este pecho
me consumes vivo, no hay despecho
por eso, te siento pura, deliciosa
mientras te acaricio, más te pones ansiosa
es ese calorcito que nos tiene adheridos
sin pensar en males, sin estar mal heridos
lo que nos interesa, amor, es esta llama
que asciende al firmamento, y más clama
porque, este condimento, nos cocina bien
termina con mejor deleite, más gusto también
Ser, capitán de tu océano, es un placer divino
sentirme apapachado de tus sales y vino
algún día perecer en el fondo, tu me rescates
habitar en tu alma, obedecer órdenes, y te acate
sería fabuloso, genial, estar en ti, el paisaje
tanto es amarte, que bailo, gozo, y te agasaje
no existe un lugar esencial, que contigo
y eternamente, anidar en el mundo, conmigo.
©José López