
Liberta y placentera mujer caliente
buscando alegremente llameantes brazos,
sin sol y sin mañanas con breves lazos
tan sólo se le ofrece sonriendo al cliente.
Es reina de la noche, resplandeciente,
vaivenes sus caderas son latigazos,
incita subyugando con sus ojazos,
sus pechos contorneados dará impaciente.
La luna le ilumina al varón que espera.
De fuerza y de lujuria su cuerpo entero,
sobre su piel ardiente placeres goza.
Las bocas se deleitan y el sexo impera,
pasiones se despliegan, gemir guerrero
llegando la alborada orgasmo endiosa.
Matilde Maisonnave