
y en tu follaje, frutos de dulzura,
ornas el paisaje de mis laderas
con tus ramas inquietas de ternura.
Hermoso ciprés, te alzas sin fronteras
dura madera, leño de tersura
tronco lechoso, orbitas mis caderas
tu sombra, es una brisa lisonjera.
Ya caen las hojas sobre la piel,
aromando las siluetas magentas
y tus manos son rocío ,de aguamiel.
Imbrincados, somos el fuego fiel
afiebrando las mañanas friolentas,
brota el goce impúdico del clavel.
Verónica ©
25.01.11
lunademayo