
Tu boca dibuja
el arte de un beso,
quemando el adentro
que tanto te reclama,
lenguas en llamas
reptando en el fuego,
pasiones sin freno
atropellando las calmas.
Desnudez de prisa
cayendo sin tiempo,
razón del intento
perdiendo la razón,
tactos en fervor
de la caricia profunda,
lucidez moribunda
haciéndose el favor.
Cimas naranjas
estallando en los dedos,
piernas en duelo
abriéndose al embate,
latidos constantes
lacerando las espaldas,
vena que cava
en la gruta salvaje.
Jueces y partes
de espasmos continuos,
goteras del vino
que moja el apuro,
aullidos en turnos
del hondo desespero,
placer en cenizas
desbordando el cenicero.