Un día escribí que en octubre se pone el sol a ras de....
Publicado: Jue Nov 01, 2012 12:49
-Un día escribí que en octubre se pone el sol a ras de las certezas-
Dos hojas amarillas mojadas en la ventana no describen todos los otoños, serán sí, un flashback de otros tantos, la lluvia siempre llega cuando crees que llegarían ciertos momentos, la lluvia se fue y dejó un tono ocre en las calles y un tono azul entre los arbustos, la noche está que llega antes de lo que debería, llegará con sueños de árbol, titilarán las estrellas más allá del smog, las noches como esta, entibian recuerdos, lejanos y cercanos, las ciudades y pueblos duermen bajo una luna un poco mustia, (…algunos búhos y algunos poetas continuarán insomnes hasta las 4:00 de la madrugada). Está corriendo un frío por todas partes, está llegando un frío siempre imprevisto, pero mañana a medio día volverá la boca a añorar el sabor de la cerveza...en noches como esta no siempre estarás a salvo de la luna, llegará un insomnio reconocible, cíclico. No hace falta decirle a las espigas que es otoño, no hace falta decírselo a cada tarde, a cada noche, ni a cada luciérnaga, ni a cada búho, ni a cada verso, la casa de la luciérnaga es la noche… el hogar tuyo y mío es este octubre elástico y frágil, casi inmanente, deja un instante lo cotidiano, mira al cielo, hay demasiadas estrellas para una noche tan cóncava, la lluvia de estrellas fugaces escuchará algunos deseos nuestros pero cumplirá otros no dichos, (…así se comportan también los duendes que ya nos conocen de antes…) se abrirá otra cerveza también a media tarde, ni una más, será la hora de olvidar el sentido del gusto, traer el tacto, captar la curva ilusoria del atardecer, buscar el verso eléctrico, a media tarde el sol ilumina los rincones olvidados de las casas, también se mete por los departamentos alquilados donde se puede uno morir más de dos veces, demasiado cielo azul en un solo día, demasiada cóncava será la noche.
Dos hojas amarillas en la ventana no son todo el otoño pero llenarán de titanio nuevo tus recuerdos...sobrevivir es anclarse fuera de tiempo y espacio, vivir es volver a recordar el presente, vivir el instante, antes que llegue demasiado futuro a los relojes cuánticos, y a los péndulos, y a los cronómetros de arena, y... escribir porque llegarán unos ojos... yo escribo porque sé que llegarán tus ojos, ojos de musa y de silencio, y eso es más que suficiente para no dejar más tinta esta noche en el tintero. Un verso hoy, otro verso mañana, escribo una carta abierta al equinoccio, cierto es que han partido mil y un palabras de mi mesa que tardarán mucho en volver, pero esta carta está abierta también al plenilunio que ha llegado pronto, y a ti, a ti mujer que detienes la caída de mi verbo cuando hay tormenta cósmica...cuando todos los oráculos habían mentido llegaron tus ojos con la verdad.
Son las 17:53 hr. de una tarde que se va, pero bien podían ser las 8:23 hr. con el sol al otro extremo...Sosegada se va la tarde. Un día escribí que en octubre se pone el sol al ras de casi todas las certezas. Hoy es un día de octubre al azar...por las mismas calles en que caminamos ya han caminado otros, hubo un río bajo este asfalto, (… voltea de soslayo), alguien recuerda a un mismo tiempo un corto otoño de 1934 y una larga primavera de 2035. Estamos girando, todo gira en el instante en que debe de girar, Llegaran los días que no esperas, de luciérnagas olvidadas, invisibles, las luciérnagas también saben de paciencia, de ciclos terrenales y siderales. (… son estrellas con alma grande y con cuerpo pequeño)
Será tu momento: El sol hará lo suyo, la luna será una mujer de agua, y las estrellas...volverán a ponerse a ras de tus certezas.
28-octubre-2012
Dos hojas amarillas mojadas en la ventana no describen todos los otoños, serán sí, un flashback de otros tantos, la lluvia siempre llega cuando crees que llegarían ciertos momentos, la lluvia se fue y dejó un tono ocre en las calles y un tono azul entre los arbustos, la noche está que llega antes de lo que debería, llegará con sueños de árbol, titilarán las estrellas más allá del smog, las noches como esta, entibian recuerdos, lejanos y cercanos, las ciudades y pueblos duermen bajo una luna un poco mustia, (…algunos búhos y algunos poetas continuarán insomnes hasta las 4:00 de la madrugada). Está corriendo un frío por todas partes, está llegando un frío siempre imprevisto, pero mañana a medio día volverá la boca a añorar el sabor de la cerveza...en noches como esta no siempre estarás a salvo de la luna, llegará un insomnio reconocible, cíclico. No hace falta decirle a las espigas que es otoño, no hace falta decírselo a cada tarde, a cada noche, ni a cada luciérnaga, ni a cada búho, ni a cada verso, la casa de la luciérnaga es la noche… el hogar tuyo y mío es este octubre elástico y frágil, casi inmanente, deja un instante lo cotidiano, mira al cielo, hay demasiadas estrellas para una noche tan cóncava, la lluvia de estrellas fugaces escuchará algunos deseos nuestros pero cumplirá otros no dichos, (…así se comportan también los duendes que ya nos conocen de antes…) se abrirá otra cerveza también a media tarde, ni una más, será la hora de olvidar el sentido del gusto, traer el tacto, captar la curva ilusoria del atardecer, buscar el verso eléctrico, a media tarde el sol ilumina los rincones olvidados de las casas, también se mete por los departamentos alquilados donde se puede uno morir más de dos veces, demasiado cielo azul en un solo día, demasiada cóncava será la noche.
Dos hojas amarillas en la ventana no son todo el otoño pero llenarán de titanio nuevo tus recuerdos...sobrevivir es anclarse fuera de tiempo y espacio, vivir es volver a recordar el presente, vivir el instante, antes que llegue demasiado futuro a los relojes cuánticos, y a los péndulos, y a los cronómetros de arena, y... escribir porque llegarán unos ojos... yo escribo porque sé que llegarán tus ojos, ojos de musa y de silencio, y eso es más que suficiente para no dejar más tinta esta noche en el tintero. Un verso hoy, otro verso mañana, escribo una carta abierta al equinoccio, cierto es que han partido mil y un palabras de mi mesa que tardarán mucho en volver, pero esta carta está abierta también al plenilunio que ha llegado pronto, y a ti, a ti mujer que detienes la caída de mi verbo cuando hay tormenta cósmica...cuando todos los oráculos habían mentido llegaron tus ojos con la verdad.
Son las 17:53 hr. de una tarde que se va, pero bien podían ser las 8:23 hr. con el sol al otro extremo...Sosegada se va la tarde. Un día escribí que en octubre se pone el sol al ras de casi todas las certezas. Hoy es un día de octubre al azar...por las mismas calles en que caminamos ya han caminado otros, hubo un río bajo este asfalto, (… voltea de soslayo), alguien recuerda a un mismo tiempo un corto otoño de 1934 y una larga primavera de 2035. Estamos girando, todo gira en el instante en que debe de girar, Llegaran los días que no esperas, de luciérnagas olvidadas, invisibles, las luciérnagas también saben de paciencia, de ciclos terrenales y siderales. (… son estrellas con alma grande y con cuerpo pequeño)
Será tu momento: El sol hará lo suyo, la luna será una mujer de agua, y las estrellas...volverán a ponerse a ras de tus certezas.
28-octubre-2012