Tomás...(Basado en una historia real pero en otro ámbito)

[eternity]

Las veía pasear de la mano por la calle y las miraba con cierta simpatía, incluso en su trabajo había conocido a dos de ellas que eran pareja.
Tomás era un hombre introvertido que llevaba sentado en esa silla de oficina más de una década. Se sabía poco de él, no desayunaba con los compañeros de trabajo, ni había acudido a ninguna cena de empresa. Se limitaba a sonreír y sus únicas conversaciones eran en torno al trabajo, muy pocas veces y excepcionalmente hablaba de su vida privada.
Estaba casado y era padre de dos niñas a las que adoraba, así como adoraba a su mujer.
Se sabía de ello porque la foto de ellas tres juntas, adornaba la mesa de trabajo.
Las hijas fueron creciendo, su matrimonio acabo en sentencia de divorcio y en la custodia de sus dos hijas que vivían con él. Esa sentencia se había llevado los mejores años de su vida.
Su mesa de trabajo cambió, ahora había dos fotos, una de cada hija.
Siguió siendo el hombre introvertido y muchos días acudía al trabajo sin afeitar. Me acerqué a él y le comenté su mala cara.
Me miró triste y preocupado. Me comentaba que educar a dos hijas él solo, era un laborioso trabajo pero que se sentía orgulloso.
Yo sabía que había algo más que le preocupaba y se lo hice saber. Se puso nervioso y no acertaba a contarme. Decidí tranquilizarle y le comenté que si me necesitaba estaba dispuesta a escuchar.
A los dos días Tomás se acercó a mi mesa y me invitó a un café. La máquina de café estaba en el pasillo y a esa hora no había nadie. Metió las monedas, la máquina empezó sus característicos ruidos y un vaso blanco de plástico hizo su aparición mientras caía el café.
Sabes? Ser padre no es tan fácil, me refiero a no tener ayuda alguna en cuanto a la educación de mis hijas. Han crecido, son mujeres y a veces me pierdo.
He de decir que en esos momentos nuestra empresa estaba anunciando recortes, lo que quería decir que muchos de nosotros íbamos a ir a engrosar las listas del paro. Tomás podría ser uno de ellos.
No teníamos mucho tiempo para hablar, los minutos de descanso llegaban a su fin y acordamos vernos el sábado por la mañana.

Llegó el sábado. Nos sentamos en la terraza del bar y me miraba fijo o eso parecía porque su mirada aún puesta en mí, estaba perdida en algún pensamiento de su mente.
Me preguntó si tenía hijos y le dije que sí. Que había criado yo sola a mi hijo y que sabía lo que era y lo perdida que me había encontrado en ocasiones.
Me preguntó por mi orientación sexual. Me sorprendió esa pregunta. Sé que se había comentado en la oficina mi supuesta relación con una mujer.
Le dije la verdad y me sonrió. Me dijo que su hija mayor había hablado con él y comentado que era lesbiana. El no lo encajó del todo bien pero tampoco puso el grito en el cielo. Era su hija y la adoraba pero no sabía qué hacer o como proceder.
Lo único que pude decir que fuera con ella comprensivo y que se tomara las cosas con la mayor naturalidad posible. Que no hicieran de ello un problema. Que actuara con ella como siempre lo había hecho con ese amor de padre. Le comenté que a ciertas edades la orientación sexual no estaba bien definida y que luego posiblemente….
Me cortó…no, mi hija ya está bien definida sexualmente. Ha tardado en decírmelo hasta estar segura de que así era y yo no he sabido que decirle. Su hermana si lo sabía y es su mayor apoyo, pero me preocupa.
¿No te preocupa la otra? ¿No te preocupa con quien va o con quien no va? ¿Qué diferencia hay de una a la otra?
La verdad es que no sé que responderte. Me preocupan las dos de la misma forma.
Entonces.... ¿Dónde está el problema?
Cierto, una me traerá a casa el novio y la otra a la novia. Pero no es fácil.
No, no es fácil todavía en una sociedad que aún no nos ve como personas, pero en ti está el que se respete la decisión de tu hija de ser feliz con quien ella quiera.

A los pocos días me llega la carta de despido y pierdo el contacto con Tomás. Un par de llamadas en esos tres meses siguientes nos ponen al día de la situación tanto laboral como en su casa, hasta que recibo una llamada desde la oficina.

¿Sabes?__ Me dice
El problema que tenía con mi hija no es nada para el que me enfrento ahora.
Veo a mi hija feliz e incluso su novia sube a casa. Es una bella persona y las veo enamoradas y eso como padre me hace feliz.
El problema con el que me enfrento ahora es peor.
¿Qué pasa?...le digo
Acabo de recibir la carta de despido.




©Conxi

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[Ocervant]

Siempre es un gusto
El poder disfrutar
De tu forma de expresar la inspiración
Que hay en ti
Un gusto saludarte

[Esmeralda]

Estimada ETERNITY, vaya situaciones a las que nos va
enfentado la vida, unas mas serias y conflictivas que otras, pero todas son
parte de nuestro diario vivir.
Y debemos de tratar de resolverlas de la mejor manera posible y con lo que esté a nuestro
alcance.
Ha sido grato disfrutar de tus letras y de esa facilidad que tienes para escribir esta
clase de relatos.
Saludos para ti, desde la distancia.

[eternity]

Gracias Ocervant , Esmeralda, abrazos desde Barcelona!!