Sin título
Publicado: Sab Dic 17, 2011 16:35
Dispuesta estaba aquella noche a dar por terminada la faena. Alisté aquello que debía alistar y me puse encima mis ropas de cama. Con tranquilidad y gozo quité de mi faz aquello que me convierte en el personaje que a diario he de interpretar y así con mi yo desnudo ante mí misma, recostándome en la cama, me dispuse a descansar.
Tu aroma perturbó mi breve siesta y al abrir los ojos te encontré frente a mí, contemplando la fragilidad real de toda esencia, perdido en tus propias cavilaciones, transmutando percepciones en universos paralelos, propios de la noche y sus misterios.
No quise interrumpir tus silencios y conteniendo al borde de la asfixia mis sentidos, te observé tranquilo, inmóvil… sublime y viril...
Mi mente trabajó en ese instante a más de mil, hablarte, acariciarte, sonreírte… Las ventanas de mi ser se negaban a permanecer por más tiempo abiertas, expectantes y dispuestas, siempre dispuestas a tomar por orden mis caprichos y deseos…
Te admiré contenta por otro breve instante, e intentando no perturbarte, besé tu mano, sonreí levemente y tranquila y silenciosa, apagué la PC.
Tu aroma perturbó mi breve siesta y al abrir los ojos te encontré frente a mí, contemplando la fragilidad real de toda esencia, perdido en tus propias cavilaciones, transmutando percepciones en universos paralelos, propios de la noche y sus misterios.
No quise interrumpir tus silencios y conteniendo al borde de la asfixia mis sentidos, te observé tranquilo, inmóvil… sublime y viril...
Mi mente trabajó en ese instante a más de mil, hablarte, acariciarte, sonreírte… Las ventanas de mi ser se negaban a permanecer por más tiempo abiertas, expectantes y dispuestas, siempre dispuestas a tomar por orden mis caprichos y deseos…
Te admiré contenta por otro breve instante, e intentando no perturbarte, besé tu mano, sonreí levemente y tranquila y silenciosa, apagué la PC.