Blog-novela: Hasta llegar a ti....(13)
Publicado: Mar Nov 15, 2011 20:16
Búsqueda de la nueva casa y traslado
Ante tanto llanto de Sandro y Ariadna no entendía muy bien qué estaba pasando.
La casa donde vivíamos, antiguamente perteneció a la hermana de Ariadna y a su cuñado, estos la vendieron a un hermano de él respetando que Ariadna siguiera viviendo allí.
Los años fueron pasando y una sobrina del dueño estaba pagando un alto alquiler por otra vivienda, así que decidieron recuperar la casa y que su sobrina viviera en ella. Era lógico y normal. Pero para Ariadna era un palo, ya que el alquiler que pagaba era muy bajo.
Llamó a su cuñado ya que el tiempo que le habían concedido para buscar otra me pareció a mi también abusivo y se ofreció a hablar con sus hermanos.
La verdad es que era igual lo que se hiciera, ni había contratos ni nada por el estilo, además la casa se caía a pedazos por todos lados.
La hermana de Ariadna nos aconsejó que lo mejor que podríamos hacer es buscar otra casa, qué era tontería meterse en problemas cuando al final tendríamos que marcharnos igual, y era verdad, estaba en lo cierto.
Me acuerdo del llanto de Sandro, él pensó que al abandonar la casa todo se tenía que quedar allí, hasta su play-station y cuando le dijimos que no, se quedó mucho más tranquilo. Bendita inocencia la de los niños.
Conversando con Ariadna tranquilamente, llegamos a la conclusión que lo mejor era cuanto antes buscarnos una nueva vivienda, así que nos fuimos a una inmobiliaria y estuvimos viendo casas toda esa semana.
Vimos de toda clase, pero hubo una que nos llamó especialmente la atención, sobre todo a Sandro.
La casa era muy soleada y el jardín que tenía pasto (césped) era grande y hermoso. Tenía plantado un naranjo, una higuera, y algún rosal que otro y daba a la calle lo que le hacía más hermoso todavía.
Así que decidimos quedarnos a vivir en aquella linda casa…
Se tramitaron todos lo papeles y una vez aprobados, nos daban las llaves para empezar a vivir el día 1 de Diciembre.
Bueno ya con todo decidido era hora de empezar a empaquetar todo, dar de baja teléfono e Internet para que nos trasladaran la línea a la nueva vivienda, etc.…
Pedimos la llave para que nos dejaran ir trasladando cosas y los dueños dieron el visto bueno a la agencia.
Ahí empezó mi trabajo…..mientras Sandro acababa los últimos días de colegio y Ariadna se pidió unos días de vacaciones para Diciembre que se juntaron también con las fiestas Navideñas.
Os recuerdo que en Diciembre empieza el verano en Argentina.
Esos días los llevaba yo en coche al trabajo y al colegio. Después me traía el coche e iba llevando a la casa nueva todas las cajas que iba empaquetando, así como todo el material del jardín, etc.…
No había día que no diera más de 5 viajes y cuando venía Ariadna del trabajo seguíamos empaquetando, aunque ella siempre tenía la excusa de que estaba agotada.
Esos días nos quedamos sin Internet, ya no podía comunicarme con mi familia, así que le pedí a Ariadna que por favor, explicara a mis padres cada día que es lo que estábamos haciendo y que me encontraba bien. Ella se comunicaba con ellos cada día desde su trabajo forjando una buena amistad con mis padres.
Fueron días durísimos de trabajo, incluso en un enfado con Ariadna le dije que yo me iba a dormir a la nueva casa, que ya había muchas cosas de valor allí. Pero no me dejó ir sola, nos llevamos un par de colchones y dormíamos en el suelo.
Para mí supuso el doble de faena, porque los llevaba al trabajo y volvía a la vieja casa a por más cosas. Al no tener todavía el gas la nueva, tenía que cocinar en la vieja y traerme la comida en “tupers” cada día.
Menos mal que llegó el día del traslado total. Un camión y un amigo de Ariadna hicieron el trabajo más duro, que era desmontar todos los muebles y llevarlos a la nueva casa.
Una vez vacía había que limpiarla toda y así lo hicimos.
La nueva casa, nos estaba esperando, la hermana de Ariadna y el cuñado se presentaron por la tarde para ayudarnos, cosa que es de agradecer porque ahora tocaba montar todo de nuevo, desempaquetar y colocar.
Era tal mi agotamiento, mi cansancio que un dolor en la pierna me tiró en la cama. La hermana enseguida se preocupó por mí, yo me llevaba por aquel entonces muy bien con ella, lo que provocaba a Ariadna un estado de celos incontrolable.
La hermana se quedó sentada a mi lado en la cama, y hablábamos de la nueva casa, de que a todos los cambios nos iba a ir mejor, cuando Ariadna aparece en la habitación y se sienta también a mi lado con cara de pocos amigos. A partir de ahí, la amistad con su hermana fue a menos.
Llegó la noche, todo quedó montado, incluso algunas cosas ya estaban puestas en su sitio.
Sandro y Ariadna ya estaban de vacaciones.
Ya estábamos en la nueva casa!!!!
©Conxi
Ante tanto llanto de Sandro y Ariadna no entendía muy bien qué estaba pasando.
La casa donde vivíamos, antiguamente perteneció a la hermana de Ariadna y a su cuñado, estos la vendieron a un hermano de él respetando que Ariadna siguiera viviendo allí.
Los años fueron pasando y una sobrina del dueño estaba pagando un alto alquiler por otra vivienda, así que decidieron recuperar la casa y que su sobrina viviera en ella. Era lógico y normal. Pero para Ariadna era un palo, ya que el alquiler que pagaba era muy bajo.
Llamó a su cuñado ya que el tiempo que le habían concedido para buscar otra me pareció a mi también abusivo y se ofreció a hablar con sus hermanos.
La verdad es que era igual lo que se hiciera, ni había contratos ni nada por el estilo, además la casa se caía a pedazos por todos lados.
La hermana de Ariadna nos aconsejó que lo mejor que podríamos hacer es buscar otra casa, qué era tontería meterse en problemas cuando al final tendríamos que marcharnos igual, y era verdad, estaba en lo cierto.
Me acuerdo del llanto de Sandro, él pensó que al abandonar la casa todo se tenía que quedar allí, hasta su play-station y cuando le dijimos que no, se quedó mucho más tranquilo. Bendita inocencia la de los niños.
Conversando con Ariadna tranquilamente, llegamos a la conclusión que lo mejor era cuanto antes buscarnos una nueva vivienda, así que nos fuimos a una inmobiliaria y estuvimos viendo casas toda esa semana.
Vimos de toda clase, pero hubo una que nos llamó especialmente la atención, sobre todo a Sandro.
La casa era muy soleada y el jardín que tenía pasto (césped) era grande y hermoso. Tenía plantado un naranjo, una higuera, y algún rosal que otro y daba a la calle lo que le hacía más hermoso todavía.
Así que decidimos quedarnos a vivir en aquella linda casa…
Se tramitaron todos lo papeles y una vez aprobados, nos daban las llaves para empezar a vivir el día 1 de Diciembre.
Bueno ya con todo decidido era hora de empezar a empaquetar todo, dar de baja teléfono e Internet para que nos trasladaran la línea a la nueva vivienda, etc.…
Pedimos la llave para que nos dejaran ir trasladando cosas y los dueños dieron el visto bueno a la agencia.
Ahí empezó mi trabajo…..mientras Sandro acababa los últimos días de colegio y Ariadna se pidió unos días de vacaciones para Diciembre que se juntaron también con las fiestas Navideñas.
Os recuerdo que en Diciembre empieza el verano en Argentina.
Esos días los llevaba yo en coche al trabajo y al colegio. Después me traía el coche e iba llevando a la casa nueva todas las cajas que iba empaquetando, así como todo el material del jardín, etc.…
No había día que no diera más de 5 viajes y cuando venía Ariadna del trabajo seguíamos empaquetando, aunque ella siempre tenía la excusa de que estaba agotada.
Esos días nos quedamos sin Internet, ya no podía comunicarme con mi familia, así que le pedí a Ariadna que por favor, explicara a mis padres cada día que es lo que estábamos haciendo y que me encontraba bien. Ella se comunicaba con ellos cada día desde su trabajo forjando una buena amistad con mis padres.
Fueron días durísimos de trabajo, incluso en un enfado con Ariadna le dije que yo me iba a dormir a la nueva casa, que ya había muchas cosas de valor allí. Pero no me dejó ir sola, nos llevamos un par de colchones y dormíamos en el suelo.
Para mí supuso el doble de faena, porque los llevaba al trabajo y volvía a la vieja casa a por más cosas. Al no tener todavía el gas la nueva, tenía que cocinar en la vieja y traerme la comida en “tupers” cada día.
Menos mal que llegó el día del traslado total. Un camión y un amigo de Ariadna hicieron el trabajo más duro, que era desmontar todos los muebles y llevarlos a la nueva casa.
Una vez vacía había que limpiarla toda y así lo hicimos.
La nueva casa, nos estaba esperando, la hermana de Ariadna y el cuñado se presentaron por la tarde para ayudarnos, cosa que es de agradecer porque ahora tocaba montar todo de nuevo, desempaquetar y colocar.
Era tal mi agotamiento, mi cansancio que un dolor en la pierna me tiró en la cama. La hermana enseguida se preocupó por mí, yo me llevaba por aquel entonces muy bien con ella, lo que provocaba a Ariadna un estado de celos incontrolable.
La hermana se quedó sentada a mi lado en la cama, y hablábamos de la nueva casa, de que a todos los cambios nos iba a ir mejor, cuando Ariadna aparece en la habitación y se sienta también a mi lado con cara de pocos amigos. A partir de ahí, la amistad con su hermana fue a menos.
Llegó la noche, todo quedó montado, incluso algunas cosas ya estaban puestas en su sitio.
Sandro y Ariadna ya estaban de vacaciones.
Ya estábamos en la nueva casa!!!!
©Conxi