Tormenta...
Publicado: Vie Nov 04, 2011 05:56
Oía como la tormenta se iba acercando. Algunas gotas de lluvia ya aparecieron agresivas, golpeando fuertemente techos, calles, árboles, coches…tenían su propio paraíso.
Otro trueno, mientras la casa olía a bizcocho. Acababa de ponerlo en el horno y pensé: ojala no se vaya la luz. El horno es eléctrico. Pensé: a ver si le da tiempo a hacerse mientras me preparo algo caliente, un café….no sé, algo que me quitara la sensación de frío y humedad que hoy sentía en mi cuerpo.
La verdad es que me gusta oír como el cielo truena, como se forman los rayos partiendo el cielo en dos.
Es la magia del otoño. Un otoño que llegó tarde pero que empieza a descargar lluvia y a alfombrar las calles de hojas secas que el viento arremolina a su antojo.
El cielo se pone negruzco por momentos, ya no sólo es el anochecer que nos abriga y que nos indica que el día expirará entre la almohada de nuestra cama, es la cercanía de esa gran tormenta que parece que va a ahogar la tierra.
De repente, igual que oía como se acercaba, empecé a oír cómo se alejaba…un cambio de viento pensé. La lluvia empezó a debilitarse, a darnos un respiro. Los truenos se oían ya en la lejanía y los rayos morirían en otros campos que no eran estos.
Bueno pensé, al menos el bizcocho no sufrirá ningún parón de luz que lo deje a medias.
Me fui a mi sofá, mi mantita, mi libro y esa tenue luz que me acompaña entre las hojas, que aún huelen a recién impresas.
Soy muy nerviosa, me levanto cientos de veces, dejando el libro abierto sobre la mesa pequeña del comedor.
Soy como la tormenta, que viene, que va, que vuelve, que se enreda en el mar y acaba tierra adentro sin saber que le ha traído aquí, si el viento o una mágica mano que le guía…o como el rayo que voraz viaja para morir entre las hojas secas de un viejo árbol que se ve noqueado sin saber por qué.
Otra vez la lluvia….otra tormenta empieza a asomar. Otra vez vuelvo a mi libro…y sigue el olor a bizcocho..
©Conxi
Otro trueno, mientras la casa olía a bizcocho. Acababa de ponerlo en el horno y pensé: ojala no se vaya la luz. El horno es eléctrico. Pensé: a ver si le da tiempo a hacerse mientras me preparo algo caliente, un café….no sé, algo que me quitara la sensación de frío y humedad que hoy sentía en mi cuerpo.
La verdad es que me gusta oír como el cielo truena, como se forman los rayos partiendo el cielo en dos.
Es la magia del otoño. Un otoño que llegó tarde pero que empieza a descargar lluvia y a alfombrar las calles de hojas secas que el viento arremolina a su antojo.
El cielo se pone negruzco por momentos, ya no sólo es el anochecer que nos abriga y que nos indica que el día expirará entre la almohada de nuestra cama, es la cercanía de esa gran tormenta que parece que va a ahogar la tierra.
De repente, igual que oía como se acercaba, empecé a oír cómo se alejaba…un cambio de viento pensé. La lluvia empezó a debilitarse, a darnos un respiro. Los truenos se oían ya en la lejanía y los rayos morirían en otros campos que no eran estos.
Bueno pensé, al menos el bizcocho no sufrirá ningún parón de luz que lo deje a medias.
Me fui a mi sofá, mi mantita, mi libro y esa tenue luz que me acompaña entre las hojas, que aún huelen a recién impresas.
Soy muy nerviosa, me levanto cientos de veces, dejando el libro abierto sobre la mesa pequeña del comedor.
Soy como la tormenta, que viene, que va, que vuelve, que se enreda en el mar y acaba tierra adentro sin saber que le ha traído aquí, si el viento o una mágica mano que le guía…o como el rayo que voraz viaja para morir entre las hojas secas de un viejo árbol que se ve noqueado sin saber por qué.
Otra vez la lluvia….otra tormenta empieza a asomar. Otra vez vuelvo a mi libro…y sigue el olor a bizcocho..
©Conxi