Las cartas de la película "Mensaje en una botella":
Publicado: Lun Ago 30, 2010 01:01
Las cartas de la película "Mensaje en una botella":
"Querida Catherine:
Siento no haberte hablado en tanto tiempo, me sentía como perdido,
sin rumbo, sin brújula, no paraba de estrellarme contra todo, estaba
un poco loco, supongo. Nunca había estado perdido, tú eras mi
verdadero Norte. Siempre sabia navegar de vuelta al hogar cuando tú
eras mi hogar. Perdóname por haberme enfadado tanto cuando te
fuiste, sigo creyendo que ha habido un error, y estoy esperando a que
Dios lo enmiende, pero ahora estoy mejor, el trabajo me ayuda, sobre
todo, me ayudas tú. Anoche entraste en mi sueño con esa sonrisa tuya
que siempre me abrazaba como un amante y me acunaba como un
niño. Lo único que recuerdo del sueño, es una sensación de paz. Me
levanté con esa sensación e intenté mantenerla viva todo lo posible.
Te escribo para decirte que he emprendido un viaje hacia esa paz y
para pedirte perdón por muchas cosas. Perdona por no haber
cuidado de ti para que no pasaras jamás ni un minuto fría, o
asustada o enferma. Perdona por no esforzarme más para buscar las
palabras que expresaran lo que sentía, perdona por haberme peleado
contigo, perdona por no haberte pedido mas disculpas, era
demasiado orgulloso, perdona por no haber elogiado más toda tu
ropa, y todos tus peinados, perdona por no haberme aferrado a ti con
tal fuerza que ni siquiera Dios hubiese podido arrancarme de ti.
Te quiere.
G."
"A todos los barcos de la mar y todos los puertos de tierra, a mi
familia, y a todos los amigos y desconocidos, esto es un mensaje y
una plegaria… El mensaje es que mis viajes me han enseñado una
gran verdad, yo ya tenia lo que todos buscan y pocos llegan a
encontrar, la única persona en el mundo que nació para amar
eternamente, una persona como yo, del misterioso Atlántico azul, una
persona rica en los tesoros sencillos, humilde, autodidacta, un puerto
donde siempre me sentiré en casa, y ningún viento, ni ningún
problema, ni siquiera una pequeña muerte, podrá derribar esta casa.
La plegaria es que todas las personas del mundo puedan conocer esta
clase de amor, y sanar con él, si mi plegaria recibe respuesta,
quedaran borrados toda culpabilidad y todo rencor y la rabia llegara
a su fin, Por favor Dios… Amen"
"Mi querida Catherine:
Como siempre, amor mío, te extraño, pero hoy me parece
especialmente doloroso porque el mar me ha estado cantando y su
canción es la de nuestra vida juntos. Casi puedo sentirte a mi lado
mientras escribo esta carta y logro aspirar el aroma de flo¬res
silvestres que siempre me hace recordarte. Pero ahora todo eso no
me provoca placer. Tus visitas son cada vez más espaciadas y a veces
tengo la impresión de que la mayor parte de lo que soy desapareciera
lentamente.
Sin embargo, intento sobrevivir. Al anochecer, cuando estay a solas,
te llamo y cuando parece que mi dolor no puede ser más grande,
encuentras una manera de regresar a mí. Anoche, en mis sueños, te vi
en el muelle cerca de Wrightsville Beach. El viento te alborotaba los
cabellos y tenías los ojos brillantes por la luz del atardecer. Mientras
te contemplaba pensaba en lo her¬mosa que eres. Lentamente comencé
a caminar hacia ti y, cuan¬do por fin te volviste a verme, notó que los
demás también te habían estado observando. “¿Acaso la conoces?”,
me pregunta¬ron con un celoso susurro, y mientras tú me sonreías
respondí la pura verdad: “Mejor que a mi propio corazón”.
Me detuve al llegar hasta ti, te toqué con suavidad en la meji¬lla y tú
inclinaste la cabeza y cerraste los ojos. Luego, como siempre, empezó
a aparecer una niebla lenta que envolvió el mundo a nuestro
alrededor, rodeándonos como si tratara de evi¬tar que escapáramos.
Como una nube que se expande y lo cubre todo, fue cerrándose, hasta
que sólo quedamos tú y yo. La mira¬da que me diriges en ese momento
me persigue. Siento tu tristeza y mi soledad. Y luego abres los brazos
y das un paso atrás en la niebla, porque ése es tu sitio y no el mío.
Anhelo ir contigo, pero tu única respuesta es negar con la cabeza
porque los dos sabemos que eso es imposible.
Y observo con el corazón destrozado mientras te desvaneces poco a
poco. Me encuentro esforzándome por recordar cada uno de los
detalles de ese momento, cada detalle de ti. Pero pronto, siempre
demasiado pronto, tu imagen desaparece y me quedo solo en el
muelle y sin importar lo que otros piensen, inclino la cabeza y lloro,
mucho, mucho.
G."
"Querida Catherine:
Mi vida empezó al conocerte, y pensé que había acabado cuando no
pude salvarte. Me aferraba a tu recuerdo para mantenernos vivos a
ambos. Pero me
equivocaba. Una mujer, Theresa, me enseñó que si era valiente y
abría mi corazón podría amar otra vez, por muy mal que estuviera.
Me hizo ver que sólo estaba vivo a medias. Aquello me asustó y me
dolió. No sabía cuánto la necesitaba hasta la noche en que la vi irse.
Cuando el avión despegó, sentí que algo se rompía dentro. Y lo supe.
Debí impedírselo. Debí seguirla a su casa. Mañana navegaré hasta la
punta del viento y me despediré de ti. Luego iré a buscar a esa mujer
e intentaré ganarme su corazón.
Si puedo, sé que me bendecirás a mí y a todos. Si no puedo, me
sentiré dichoso por haber tenido la suerte de amar dos veces. Ella me
dio eso. Y si te digo que la amo tanto como te amé a ti entonces lo
entenderás todo.
Descansa en paz, amor mío. Garret."
Si algunas vidas forman un círculo perfecto, otras toman una forma
que no podemos predecir o entender siempre. La pérdida forma parte
de mi viaje. Pero también me ha enseñado lo que es más valioso.
Igual que ese amor por el que sólo puedo estar agradecido.
Disfrute tanto de este escrito cuando lo escuchaba en la película, que
quise compartirlo hoy aquí.
"Querida Catherine:
Siento no haberte hablado en tanto tiempo, me sentía como perdido,
sin rumbo, sin brújula, no paraba de estrellarme contra todo, estaba
un poco loco, supongo. Nunca había estado perdido, tú eras mi
verdadero Norte. Siempre sabia navegar de vuelta al hogar cuando tú
eras mi hogar. Perdóname por haberme enfadado tanto cuando te
fuiste, sigo creyendo que ha habido un error, y estoy esperando a que
Dios lo enmiende, pero ahora estoy mejor, el trabajo me ayuda, sobre
todo, me ayudas tú. Anoche entraste en mi sueño con esa sonrisa tuya
que siempre me abrazaba como un amante y me acunaba como un
niño. Lo único que recuerdo del sueño, es una sensación de paz. Me
levanté con esa sensación e intenté mantenerla viva todo lo posible.
Te escribo para decirte que he emprendido un viaje hacia esa paz y
para pedirte perdón por muchas cosas. Perdona por no haber
cuidado de ti para que no pasaras jamás ni un minuto fría, o
asustada o enferma. Perdona por no esforzarme más para buscar las
palabras que expresaran lo que sentía, perdona por haberme peleado
contigo, perdona por no haberte pedido mas disculpas, era
demasiado orgulloso, perdona por no haber elogiado más toda tu
ropa, y todos tus peinados, perdona por no haberme aferrado a ti con
tal fuerza que ni siquiera Dios hubiese podido arrancarme de ti.
Te quiere.
G."
"A todos los barcos de la mar y todos los puertos de tierra, a mi
familia, y a todos los amigos y desconocidos, esto es un mensaje y
una plegaria… El mensaje es que mis viajes me han enseñado una
gran verdad, yo ya tenia lo que todos buscan y pocos llegan a
encontrar, la única persona en el mundo que nació para amar
eternamente, una persona como yo, del misterioso Atlántico azul, una
persona rica en los tesoros sencillos, humilde, autodidacta, un puerto
donde siempre me sentiré en casa, y ningún viento, ni ningún
problema, ni siquiera una pequeña muerte, podrá derribar esta casa.
La plegaria es que todas las personas del mundo puedan conocer esta
clase de amor, y sanar con él, si mi plegaria recibe respuesta,
quedaran borrados toda culpabilidad y todo rencor y la rabia llegara
a su fin, Por favor Dios… Amen"
"Mi querida Catherine:
Como siempre, amor mío, te extraño, pero hoy me parece
especialmente doloroso porque el mar me ha estado cantando y su
canción es la de nuestra vida juntos. Casi puedo sentirte a mi lado
mientras escribo esta carta y logro aspirar el aroma de flo¬res
silvestres que siempre me hace recordarte. Pero ahora todo eso no
me provoca placer. Tus visitas son cada vez más espaciadas y a veces
tengo la impresión de que la mayor parte de lo que soy desapareciera
lentamente.
Sin embargo, intento sobrevivir. Al anochecer, cuando estay a solas,
te llamo y cuando parece que mi dolor no puede ser más grande,
encuentras una manera de regresar a mí. Anoche, en mis sueños, te vi
en el muelle cerca de Wrightsville Beach. El viento te alborotaba los
cabellos y tenías los ojos brillantes por la luz del atardecer. Mientras
te contemplaba pensaba en lo her¬mosa que eres. Lentamente comencé
a caminar hacia ti y, cuan¬do por fin te volviste a verme, notó que los
demás también te habían estado observando. “¿Acaso la conoces?”,
me pregunta¬ron con un celoso susurro, y mientras tú me sonreías
respondí la pura verdad: “Mejor que a mi propio corazón”.
Me detuve al llegar hasta ti, te toqué con suavidad en la meji¬lla y tú
inclinaste la cabeza y cerraste los ojos. Luego, como siempre, empezó
a aparecer una niebla lenta que envolvió el mundo a nuestro
alrededor, rodeándonos como si tratara de evi¬tar que escapáramos.
Como una nube que se expande y lo cubre todo, fue cerrándose, hasta
que sólo quedamos tú y yo. La mira¬da que me diriges en ese momento
me persigue. Siento tu tristeza y mi soledad. Y luego abres los brazos
y das un paso atrás en la niebla, porque ése es tu sitio y no el mío.
Anhelo ir contigo, pero tu única respuesta es negar con la cabeza
porque los dos sabemos que eso es imposible.
Y observo con el corazón destrozado mientras te desvaneces poco a
poco. Me encuentro esforzándome por recordar cada uno de los
detalles de ese momento, cada detalle de ti. Pero pronto, siempre
demasiado pronto, tu imagen desaparece y me quedo solo en el
muelle y sin importar lo que otros piensen, inclino la cabeza y lloro,
mucho, mucho.
G."
"Querida Catherine:
Mi vida empezó al conocerte, y pensé que había acabado cuando no
pude salvarte. Me aferraba a tu recuerdo para mantenernos vivos a
ambos. Pero me
equivocaba. Una mujer, Theresa, me enseñó que si era valiente y
abría mi corazón podría amar otra vez, por muy mal que estuviera.
Me hizo ver que sólo estaba vivo a medias. Aquello me asustó y me
dolió. No sabía cuánto la necesitaba hasta la noche en que la vi irse.
Cuando el avión despegó, sentí que algo se rompía dentro. Y lo supe.
Debí impedírselo. Debí seguirla a su casa. Mañana navegaré hasta la
punta del viento y me despediré de ti. Luego iré a buscar a esa mujer
e intentaré ganarme su corazón.
Si puedo, sé que me bendecirás a mí y a todos. Si no puedo, me
sentiré dichoso por haber tenido la suerte de amar dos veces. Ella me
dio eso. Y si te digo que la amo tanto como te amé a ti entonces lo
entenderás todo.
Descansa en paz, amor mío. Garret."
Si algunas vidas forman un círculo perfecto, otras toman una forma
que no podemos predecir o entender siempre. La pérdida forma parte
de mi viaje. Pero también me ha enseñado lo que es más valioso.
Igual que ese amor por el que sólo puedo estar agradecido.
Disfrute tanto de este escrito cuando lo escuchaba en la película, que
quise compartirlo hoy aquí.