Cuando Supe que Estabas Aquí (Para mi hijo)
Publicado: Vie Ago 20, 2010 06:00
Quiero que sepas que desde antes de que llegaras a éste mundo yo te amaba, crecía ese amor por tí en mi mente y en mi corazón, te deseaba, esperaba ansiosa que pudieras gestarte dentro de mi.
Y entonces sucedió... lo presentía, sentía que estabas ahí, dentro de mí... y lo supe, supe que era real, que ya estabas aquí. Dios me había concedido la bendición de darte vida, estaba dentro de mi ese ser gestándose y yo era entonces la depositaria de ese milagro llamado: ¡Vida!
Desde entonces no dejé de hablarte, de leerte, de cantarte, ¡de amarte!
Fueron esos meses los más maravillosos y yo era sin duda la más feliz, la más hermosa, la más dichosa, tu fuiste sólo para mí, sólo yo podía sentirte, teníamos esa conexión celestial que sólo existe entre el feto y su madre.
No podía esperar a verte, conocerte, oírte, ver tu carita, tus manitas, tus piecitos... y así llegó el momento, un poco antes de lo esperado, supongo que no podías esperar para conocer el mundo... ¡ Ya estabas aquí!
Y te miré por primera vez y tu a mi... no podré olvidar jamás ese momento tan especial, eras tú ese ser que se había gestado dentro de mí.
Ya han pasado algunos años, no muchos... ahora hablas, corres, juegas, haces travesuras. Me haces muy muy feliz y en veces también me haces enojar.
Tú eres el fruto de un gran amor, del amor de dos personas que a su vez te aman profundamente y siempre estarán ahí para tí: nosotros, tus padres.
Deneb.
Y entonces sucedió... lo presentía, sentía que estabas ahí, dentro de mí... y lo supe, supe que era real, que ya estabas aquí. Dios me había concedido la bendición de darte vida, estaba dentro de mi ese ser gestándose y yo era entonces la depositaria de ese milagro llamado: ¡Vida!
Desde entonces no dejé de hablarte, de leerte, de cantarte, ¡de amarte!
Fueron esos meses los más maravillosos y yo era sin duda la más feliz, la más hermosa, la más dichosa, tu fuiste sólo para mí, sólo yo podía sentirte, teníamos esa conexión celestial que sólo existe entre el feto y su madre.
No podía esperar a verte, conocerte, oírte, ver tu carita, tus manitas, tus piecitos... y así llegó el momento, un poco antes de lo esperado, supongo que no podías esperar para conocer el mundo... ¡ Ya estabas aquí!
Y te miré por primera vez y tu a mi... no podré olvidar jamás ese momento tan especial, eras tú ese ser que se había gestado dentro de mí.
Ya han pasado algunos años, no muchos... ahora hablas, corres, juegas, haces travesuras. Me haces muy muy feliz y en veces también me haces enojar.
Tú eres el fruto de un gran amor, del amor de dos personas que a su vez te aman profundamente y siempre estarán ahí para tí: nosotros, tus padres.
Deneb.