AMOR ETERNO ( CAPÍTULO V )

[Mariano Bequer]

Continuación...

Mientras se acercaba, entró a la tienda del frente para tomarse una Inka Kola. Encontró a Rebeca y ella no lo vio. Se acercó por atrás y le dijo: Hola Rebe… ¿Y Tina?-.
Rebeca se volteó y sorprendida por el inesperado encuentro, le dijo con una serenidad imponente. –Hola Paco, ella se está bañando para ponerse bonita pues.
-¿Más bonita -respondió Paco- Jajaja, si la quiero igual.
-¡Ayy Paco…! Nosotras las mujeres somos así pues.
-¿Cómo son?
-Coquetas, nos gusta perfumarnos, maquillarnos, ponernos ropa nueva…
-Sí, sí ya sé ¿quieres un pastelito? ¿Inka Kola?
-Bueno sí,okey, gracias Paquito.
Paco ordenó unos pastelitos y la gaseosa para su amiga, que se lo bebió rápido. Cuando ella terminó, Paco la acompañó a su casa ayudándola a llevar una bolsa con las compras que ella había hecho. Rebeca se tragaba la emoción que iba a sentir al ver a Paco dentro de la casa. No le había adelantado nada pero ya deseaba ver a Paco abrazando y besando a Tina. En la cabeza de Paco no existía ni la más mínima sospecha de lo que en unos instantes iba a ocurrir. Esperaron el paso fugaz de un tranvía y cruzaron la calle hacia la casa de Cristina. Rebeca tenía ganas de gritarle a su prima: -¡Tina, te lo traje, acá estáaa, en la sala esperándoteeee…!- pero se contuvo.
Paco se quedó en la puerta de la casa esperando pero con sus ojos buscaba a Tina. De pronto Rebeca le dice: -Pasa… entra Paco. Entra por favor. Y Paco no sabía qué hacer ante la sorpresiva e inesperada invitación. Entró temeroso y dándole las gracias con cierto temor, se quedó parado.
-Siéntate Paco, por favor- le dijo Rebeca mientras caminaba hacia adentro de la casa. Paco accedió a sentarse y mientras se quedaba solo se puso a meditar y a preguntarse: -Ahorita sale su mamá o su papá, ¿qué les digo? Hummm, que vengo a saludarlos y a conocerlos, les hablaré de mí y de cómo conocí a Tina, seguro que su papá me entenderá porque él también tuvo mi edad. Bueno… ya estoy aquí y ahora a esperar. Se aconodó la corbata de su uniforme y se arregló la cadeneta que en forma de trenza llevaban los alumnos del 5to. Año en la hombrera izquierda de su uniforme y un extremo de la cadeneta llegaba hasta debajo del nudo de la corbata. La cadeneta tenía los colores del colegio: verde amarillo y rojo. Paco, si se quiere, tenía porte militar. Su colegio era famoso por la banda de Música y por los 31 batallones de alumnos que en las Fiestas de Aniversario Patrio desfilaban. Era el colegio que cerraba con broche de oro los desfiles escolares y su banda de música era designada para estar presente durante la marcha de todos los colegios. El colegio de Cristina era así mismo, la versión masculina del colegio de Paco. Se llamaba “Colegio Nacional de Mujeres General Prado” en homenaje a un militar peruano que fue presidente del Perú durante el conflicto bélico de 1879 con el vecino del sur, Chile.
El hermano de Paco había estudiado en el colegio Dos de Mayo y sus hermanas en el General Prado. Eran pues, los colegios más famosos del Callao. Había, así mismo, algo en común entre Cristina y Paco, que meditaba estas cosas para tenerlos como tema de conversación con los padres de ella cuando salgan a la sala para hablar con él. De pronto escuchó una voz: -Paco, espera, ya voy- era la voz de su “chiquita”. Rebeca había entrado a las habitaciones para apurar a Cristina.
Tina apareció en la sala, estaba hermosamente vestida con un conjunto juvenil que, con su cabello peinado hacía una bella combinación con su cara y su vestido. Paco se puso de pie y no sabía qué hacer, si mirarla, abrazarla, besarla, allí estaba ella, tan hermosa, tan bella, tan dulce como su mirada y su sonrisa de ángel, como un regalo de Dios para sus ojos y para su corazón enamorado.
-Tina… Tina, hola… aquí estoy como te prometí ayer- atinó a decir con algo de nerviosismo, y le tendió la mano que Tina aceptó. Se dieron la mano y de pronto sus cuatro manos estaban entrelazadas sin que ellos se lo propusieran. Y como estaban de pie Paco le dio un suave y tierno beso en la mejilla derecha, recibiendo como respuesta el beso de ella unido al aroma del perfume que se había colocado para ese momento.
-Hola Paquito. Te llamaré así ¿Estás de acuerdo?
-¡Sí… sí, se acuerdo Tina, gracias por permitir que esté acá, dentro de tu casa.- respondía Paco muy emocionado.
Y antes que Paco continuara, ella agregó:
-Mi mamá y mi papá fueron al cumpleaños de mi abuelita y regresarán ya muy de noche. No te preocupes, le hablaré a mi mamá de ti, le diré que eres mi amigo y… otras cositas más.
-Como ¿Qué cositas más?
-Ejem… cosas de mujeres.
-Ahh… te entiendo.
En ese momento Rebeca salió con una bandeja en la que habían tres vasos con la gaseosa que había comprado, y algunas galletas para la ocasión.
-Discúlpanos lo poquito Paco- dijo Tina.
-No te preocupes, no esperaba esta fina atención.
-Para un caballerito como tú deseábamos lo mejor pero…
-Gracias Tina por tu atención. ¿Sabes? Quisiera que me digas con tu corazón si mi poemita te gustó.
-Sí Paquito, soy muy romántica y por eso me gustan las poesías. Me encantan las “Rimas de Becquer”.
-Pues entonces te escribiré muchas poesías.
-Paco ¿Cómo te apellidas… Becquer? Jajajaja.
-Jajajaja… no, no, no, yo tengo el apellido de Adán, ¿Sabes cuál es? Jajajaja
Y rieron los tres. Mientras reía con ellos, Rebeca observaba que Paco no dejaba de mirar a Tina. De pronto les dice a los dos:
-Siéntense que se van a cansar. Y suéltense de las manos que acá en la casa no se van a perder.
Recién en ese momento Tina y Paco repararon que estaban tomados de la mano desde hacía ya rato. Se soltaron, y ya sentados hablaron de muchas cosas del colegio de ambos; hablaron también de ellos y, mientras esto sucedía, Rebeca muy discretamente se retiró y los dejó solos. Se fue a su habitación para hacer tus tareas escolares. Ya solos, los dos jovencitos se contaron el ardid que cada uno había tramado para entablar amistad y conversación. Hablaron del ardid del pañuelo caído, del tropiezo “sin querer” y rieron al entender que ambos habían buscado la forma de hablarse. Luego de esto. Paco le preguntó:
-¿Por qué nos pasa esto, Tina?- Paco sabía de antemano, la respuesta. Claro, porque ella le gustaba y ahora le gustaba más.
Tina le respondió:
-Nos pasa esto, Paquito porque Dios lo está disponiendo así. El dispone de tu vida, de mi vida y de nuestras vidas. ¿No crees?-
Paco pensó que ella le estaba diciendo que Dios iba a unir sus vidas, y estaba en lo cierto. Estaba de acuerdo con ella. Pero… ¿Si Dios disponía de sus vidas en forma separada? Sólo el tiempo tendría la respuesta.
Entre galletas y vasos de refresco asomó en el cielo el primer lucero de la noche y Paco recordó que no le había dicho a su mamá que iba a visitar a Cristina.
-Tina, me debo ir- le dijo Paco, mientras le explicaba el motivo con preocupación y tristeza.
Con la misma tristeza Tina aceptó y le dijo con un suspiro desesperado:
-Chao Paquito-
Nuevamente se tomaron de la mano y se despidieron con un beso en la mejilla. Cuando ya Paco salía de la casa, Tina le dijo con voz de ruego y de engreimiento:
-Escríbeme otro poema Paquito ¿me lo prometes?-
-Sí Tina… te lo prometo- respondió Paco acariciándole la mejilla con suavidad.
-¡Chaoooo… Pacooo…!- alcanzó a decir Rebeca desde el fondo de la casa.
-¡Chaooo Rebe…! respondió él.
Al salir de la casa de Tina, se fue caminando hasta la esquina y al desaparecer, emprendió veloz carrera hacia su casa.

¿QUÉ CONVERSARÁN AHORA TINA Y REBECA? ¿CÓMO RECIBIRÁ A SU HIJO LA MAMÁ DE PACO? ¿PACO LE HABLARÁ A SU MAMÁ DE CRISTINA?. EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO TENDRÁS LAS RESPUESTAS Y PODRÁS DISFRUTAR DE UNOS MOMENTOS EMOCIONANTES. NO DEBES PERDERTE EL SIGUIENTE CAPÍTULO.

Continuará...

[RAMITA]

Precioso!!, en esta mañana de domingo me devoré los 5 capítulos de tu encantadora novela,
queria hacerlo así leerla sin interrupciones, que hermoso se vislumbran los siguientes capítulos,
seguire atenta, no sin antes felicitar el talento tuyo que es un honor disfrutar tus letras.
Buen domingo mi amigo.

RAMITA

[Mariano Bequer]

Precioso!!, en esta mañana de domingo me devoré los 5 capítulos de tu encantadora novela,
queria hacerlo así leerla sin interrupciones, que hermoso se vislumbran los siguientes capítulos,
seguire atenta, no sin antes felicitar el talento tuyo que es un honor disfrutar tus letras.
Buen domingo mi amigo.

RAMITA

Gracias de corazón RAMITA por tu presencia
y tus palabras alentadoras. Un beso.
Mariano Bequer.

[amorcielo]

Emocionante la novela de tu vida, jajajaja ayer estaba buscando esta parte, mira que nos dejas emocionadas, gracias por compartirla