AMOR ETERNO (CAPÍTULO IV)

[Mariano Bequer]

Continuación...

-Bueno, te espero a esta hora.
-Chao Tina- le dijo Paco y esta vez le extendió su mano, respondiendo ella de la misma manera. -¡Qué suaves manos!- pensó Paco. -¡No me sueltes!- pensó al mismo tiempo Tina.
Rápido, el “ex calladito” se fue a su casa muy feliz mientras su “ex chiquita” cerró la ventana después de verlo desaparecer por la esquina, corrió a su cuarto con el papelito en la mano. Lo abrió, sus ojos recorrieron los versos y al terminar de leer lo llenó de besos mientras Rebeca era testigo de lo que le sucedía. Paco había escrito su nombre con letras góticas y el poema decía:

Como de piedra no es mi vida
Algún día moriré
Pero antes, Cristina querida,
Muchos poemas te escribiré.

En la cena de esa noche su padre observó en Tina algo de nerviosismo y le dijo: -Tina, te noto nerviosa, algo rara, ¿te pasa algo?
-No papito. Nada me pasa, pero me han sucedido cosas bonitas.
-¡Sí tío…muy bonitas!- intervino Rebeca.
-¡Ah, claro! En el colegio, me imagino- dijo su padre con esa parsimonia paterna.
-Sí papito, en el colegio, porque… me dijeron… que iba a ser… delegada de aula- dijo Tina hilvanando las palabras con cierto temor.
-Te felicito hijita- respondió el papá entre bocado y bocado de comida preparada con cariño por su esposa doña Julia que, como mujer al fín, intuía otra realidad porque había observado a Tina conversar con Paco sin que los dos jóvenes lo notaran. La madre calló y se limitó a acariciar el cabello de Tina que respiró aliviada después de esos momentos y Rebeca, su cómplice, casi la traiciona sin intención:
-Es que Tina hoy conoció…- se calló de inmediato.
-¿A quién?- preguntó muy serio el papá.
-Tío, hoy Tina conocióóó… suuu virtud deee ser delegada pues tío, delegada de aula respondió Rebeca alargando las palabras y mordiéndose el dedo índice de la mano izquierda.
-Ah, claro, claro- respondió el papá con seriedad y parsimonia –ella es muy estudiosa y eso es una buena virtud.
-¡Gracias papito!- acotó Tina y, sin que su padre lo notara, le pisó los pies a Rebeca por debajo de la mesa.
-¡Ayyy…!
-Discúlpame Rebequita, te pisé sin querer- le dijo Tina con una sonrisa vengativa y sarcástica.
Al acabar la cena de ese día, las primas se fueron a su habitación y ni bien entraron, Tina le reclamó a Rebeca tomándole de los brazos: -Casi le dices a mi papá ¿por qué ah? ¡por qué!
-Discúlpame Tina, es que… te quise ayudar- le respondió Rebeca con ingenuidad infantil.
-Sí, un poco más y le dices ¿no?, la próxima vez te corto la lengua con unas tijeras- replicó Tina que se sonrió y entendió la ingenuidad de su primita. Rebeca, que para todo era lista, le contestó:
-No importa pues, ¿tú no sabes que con los ojos y las manos también se habla, ah? Jajajajaja…- rieron las dos al mismo tiempo.

Paco llegó a su casa y ya su madre le tenía preparada la merienda. Un beso de hijo y un beso de madre sellaron el encuentro en la casa.
-¿Cómo te fue hoy en el colegio, hijito?
-Bien mami. Respondió Paco dejando sus libros y cuadernos a un lado de la mesa. Y doña Augusta le vuelve a preguntar con esa filosofía materna que tienen todas las madres:
-¿A qué le llamas bien?- Paco no supo qué responder y luego de unos segundos atinó a decir: -A que no hice nada malo.
Luego de conversar de cosas del día y de la sabrosa merienda, Paco abrazó a su mamá que estaba cosiendo, y le dijo: -Mamita, tengo 17 años y como mi papá se murió cuando tuve cinco años, fuiste desde ese momento para mí como padre y madre. Gracias mamita por ese amor de madre que me das y también gracias por ese rigor y rectitud amorosa de padre que también me das. Me has enseñado muchas cosas que mi padre me pudo enseñar y gracias también mamita por haber hecho de mí a un hombre de bien. Te quiero mucho mamita querida-
Mientras decía eso, la abrazaba y besaba con ternura de hijo y a su madre se le empezaron a nublar los ojos al recordar a su esposo que había fallecido doce años atrás. Educó a sus hijos con sacrificio, entrega y abnegación. Luchó sola en la vida, no se volvió a casar porque no quería un padrastro para sus hijos pues ningún hombre los iba a querer como un verdadero padre. Sus cuatro hijos supieron responder, con sus triunfos, a ese amor materno y divino
Paco le contó a su madre los planes en su colegio para la fiesta de graduación. Le habló de lo que con sus amigos acordaron para la fiesta. De sus amigas del barrio donde vivía, no le gustaba ninguna y le decía a su mamá:
-¿Sabes? A la fiesta debo ir con mi pareja pero de las chicas del barrio, no me gusta ninguna- dijo Paco con mucha seguridad.
-¿Y Carmen?
-Es muy creída, se cree la divina pomada.
-Y… ¿Rosita?
-Jajajaja… es flaquiiiita y no sabe bailar, sin embargo estoy pensando en decirle a…-
No terminó de hablar, porque su madre le interrumpió:
-¿Flor de María? Es una buena chica y he notado que tú le gustas hijito, es muy sana y su mamá la ha educado muy bien, eso tú lo sabes.
-Hmmm… sí, lo sé mamita. Yo no sabía que se había fijado en mí, pero ya es muy tarde para ella.
-¿Por qué hijito?
-Porque… pues- Paco se rascó la cabeza y no sabía cómo decirle a su mamá que Tina le gustaba y tenía temor de una negación maternal porque ella, su madre, no conocía a la chica que había conquistado el corazón de su hijo.
-Dime hijito- insistió su madre con esa ternura que sólo las madres tienen.
Paco le contó a su madre la forma en que había conocido a Tina, y que había pensado en decirle para que sea su pareja en el baile de graduación. Luego de esto, Paco sintió como que se había quitado un peso de su conciencia porque por fin su madre se enteró de sus sentimientos. Ya no era un niño, era ya un hombre que deseaba tomar sus propias decisiones respecto a su vida sentimental.
-Está bien, Paquito- le dijo su madre aceptando la realidad pues su hijo realmente había dejado de ser niño para convertirse en un apuesto joven. Paco recibió muchos consejos de su madre, y sobre todo, guardó en su corazón las sabias palabras que sus oídos escuchaban, especialmente en lo referente al respeto que merece toda mujer. Prometió nunca defraudarla. Luego de sus tareas escolares se fue a descansar a su cuarto.

Al día siguiente, la mañana en el colegio pasó sin ninguna novedad: Clase de Matemáticas con el profesor Honorato Quispe. Luego siguió la clase de Historia del Perú con el profesor Huirse. Geografía con el profesor La Rosa. En la tarde tuvieron Educación Física y Deportes con el profesor Alberto Cajas, muy querido por todos. Posteriormente tuvieron una hora libre, la última hora de ese día, antes de la salida.
El Quinto “B” era el más formal de los tres, era el aula de Paco y sus amigos. Los del Quinto “A” eran los “chancones”, los estudiosos. Los del Quinto “C” eran los “viejos” porque el menor de ellos tenía 17 años y eran los mas grandes y corpulentos de los tres quintos. Los mayores tenían de diecinueve a veinte años, realmente eran los “viejos
Los quintos “A” y “C” eran de la especialidad de Ciencias y los del quinto “B” eran de la especialidad de Letras.
En la hora libre de ese día, Ernesto y Guillermo conversaban con Paco sobre novias. Raúl, César y Jorge planificaban las fechas probables para la fiesta de graduación y elaboraban la lista de los chicos y sus respectivas parejas para el baile. En fin, eran ellos los organizadores y los responsables en el aula, de que todo salga bien. Luego coordinarían con las otras aulas los planes de cada sección.
-Voy a ir con Carolina- dijo Ernesto.
-Yo llevo a Mariela- acotó Guillermo.
-¡Jajajaja… Chato! Mariela es muy alta para tí y tendrías que usar escalera- le respondió Ernesto.
-Pero está riquísima, como para comérsela- dijo alguien y rieron todos.
Luego de reír un rato, Guillermo, dirigiéndose a Paco le dice: - ¿Y si hablamos con la prima de Tina?
-Hummm… No sé, pero... ella tiene doce años solamente.
-Sí… pero ya ella tiene el cuerpo de una chica de quince años- adelantó Ernesto, que con sus manos formaba en el aire la figura del cuerpo de una guitarra comparándola con el cuerpo de Rebeca- y completó diciendo: -Ella puede ir a la fiesta con Guillermo. ¿Y Tina?-
-Voy a decirle ahora que la vea- respondió Paco
-¿La verás hoy?
-Sí. Ayer en la tarde le prometí que hoy voy a su casa a la salida del colegio y no pienso fallarle pues ya sabes que ella me gusta mucho.
-Escríbele un poemita. Le dijo Ernesto con algo de socarronería y sonrisa burlona. A las chicas les gustan las flores y las palabras bonitas, ¿No es así enano?- dijo dirigiéndose a Guillermo.
-Sí conejo, es verdad- respondió el aludido.
“Conejo” era como conocían también a Ernesto, porque sus dientes incisivos eran grandes y se salían de la boca cuando la cerraba. A Guillermo le decían también “Chato” o “Enano” por la estatura que lo delataba. A Paco de vez en cuando le decían “Pizarro” por ser el conquistador de las chicas. Pizarro era el apellido del español que conquistó al imperio incaico. La diversidad de sobrenombres caían pues, a todos los muchachos como anillo al dedo y ninguno se sentía ofendido.
Paco prometió a sus amigos, hablarle a Tina y Rebeca sobre la proposición de que las dos estén presentes en la fiesta para que se diviertan juntas y también para que la mamá de Tina esté más tranquila al saber que su hija no iba a estar sola.

La tertulia de los muchachos terminó cuando oyeron la campana que anunciaba el final de la jornada escolar de ese día.
Luego de la formación rutinaria en el patio antes de la salida de los alumnos, el señor Carrera, luego de algunas recomendaciones para el día siguiente, autorizó la salida de los escolares. Un bullicio en el patio, y en la calle los alumnos tiñeron de color caki todo el Parque Guardia Marina y las calles adyacentes. Poco a poco los alumnos se fueron dispersando y el parque empezó nuevamente a recobrar su color.
Paco se despidió de sus amigos y fue a ver a Cristina, efectuó el rodeo al colegio y al llegar a la esquina observó la casa de Tina con la ventana cerrada, se empezó a preocupar y decidió acercarse lentamente.


YA CONOCEMOS LAS INQUIETUDES DE LOS AMIGOS Y SUS PLANES. ¿QUÉ HABRÁ PASADO EN LA CASA DE CRISTINA?. ¿PORQUÉ TENDRÍA LA VENTANA CERRADA? ¿ESTARÁ ELLA EN SU CASA?. EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO TENDRÁS LA RESPUESTA. NO TE PIERDAS LA CONTINUACIÓN.

Continuará...

[LoRnAlOuS]

Gracias poeta por tan hermosa narrativa, estarè al pendiente de la continuaciòn....



mukis de fresa

[RAMITA]

Vaya mi amigo, me tienes atrapada con tu movela, estoy siguiendo toda la lectura
realmente atrapada, que si antes era de tus poemas(aun lo son) ahora esta novela
del amor eterno me tiene gratamente impresionanda,
Continúo

RAMITA

[Mariano Bequer]

Gracias poeta por tan hermosa narrativa, estarè al pendiente de la continuaciòn....



mukis de fresa

Te agradezco mucho tu presencia LoRnAlOuS
y espero tu próxima visita.
Mariano Bequer.

[Mariano Bequer]

Vaya mi amigo, me tienes atrapada con tu novela, estoy siguiendo toda la lectura
realmente atrapada, que si antes era de tus poemas(aun lo son) ahora esta novela
del amor eterno me tiene gratamente impresionanda,
Continúo

RAMITA

Te agradezco con todo el corazón RAMITA por tus palabras
y tu agradable visita. Espero verte en el
siguiente capítulo. Besos.
Mariano Bequer.