A una Estrella

[Febarsal]

Esta carta no tiene fecha, porque mi amor por ti: "amor de la estrellas" no tiene caducidad. Y las fechas son el comienzo de algo que empieza, pero que irremisiblemente ha de acabar. Por eso te escribo sin fecha, para y desde la eternidad; y que nunca... nunca... ni el más allá, mi amor por ti, tenga caducidad.

Querida Estrella: aunque tu luz se extinguió para mí hace millones de años, y anduve ciego por el planeta Tierra vagando sin lazarillo por todos sus confines, sin más luminaria que la que me dejó tu recuerdo, sabía que al final de tu apogeo, volverías a mí; ya que de tu égida nunca salí, a la espera de que cuando llegara el ocaso de tu culminación por el Cosmos y te apagaras para siempre, y antes de que te fundieras en el "agujero negro", destino fatal de las estrellas caprichosas, bajaras a mis brazos; aquellos brazos que con tanto amor otrora te abrazaron y que nunca debiste desprenderte de ellos.
Las estrellas cuanto más luz emiten, más destellan; y aquel esplendor que con tanta fuerza difundías, fue tan intenso que paralizó mi mundo; un mundo tan pequeño para ti, y que te pareció insuficiente para tu iluminación; y buscaste otros cosmos donde tus fanales resplandecieran con toda la inmensidad que desbordaran todos los sentimientos de aquellos que con ansiedad inusitada buscaban los fulgores de tan portentoso esplendor.
Y sé, mi querida Estrella, que fueron muchos los planetas que imploraron tu luminaria; y que a muchos les regalaste tu luminiscencia en veranos cálidos llenándoles de vida; mientras la mía seguía hibernada y a la espera de se disiparan los haces de tu albor, para poder darte mi aliento; que aún en el frío seguía cálido, y que te devolvería el esplendor de siempre.
Y aquí me tienes, Estrella mía. Aunque ya no brilles como brillabas en los milenios de tu máxima grandiosidad; y aunque seas más caliginosa que estrella, para mí, sigues teniendo la misma excelsitud que aquella Estrella caprichosa que hace millones de años decidió no alumbrar más mi pobre mundo; y que aunque quedó lóbrego y vacío, la negrura no llegó a postrarlo en el "Valle de las Tinieblas", porque la luz, tibia luz de tu recuerdo, seguía luciendo en mi corazón cual faro y guía de navegante por el espacio infinito, que aunque encrespados por los huracanes y tornados que surgieron por la falta del calor de tu ardor en mis noches gélidas; resistí con las garras aferradas a la evocación de la primera noche que te amé: remembranza inmortal; porque mi amor por ti, Estrella, es imperecedero.
Y si me ha sido negada tu presencia durante millones de años siderales, nunca te he perdido, pues en mi corazón has residido, y en mis energías has estado en pura esencia.
Con ansiedad espero tus besos, besos que otros labios han probado su almíbar, porque con la miel de tu boca se han alimentado los ángeles y querubines, los luceros y los satélites de tu espacio. Y porque sé, que mis besos encenderán tus alboradas y conmigo volverás a ser la estrella que más brille en el Firmamento. Pero esta vez y para siempre... tu esplendor sólo iluminará mi Infinito.
Y otra vez iluminarás aquel mundo que apagaste en busca de otras órbitas que aunque te dieron más magnificencia y boato, y crearon en ti dos luceros que son la obra de inspiración más sublime en tu caminar por los espacios siderales; hoy pasaré cinco lirios por la fiebre de tu frente para que le des vida a mi muerte.
Un beso en tus labios de fuego, Estrella mía. Esperando que el Dios del Universo me de su aquiescencia, para ir volando hasta el volcán de donde emanan tus fulgores, y quemarme en la hoguera de tus pasiones.

[Romantyka]

Distinguido Febarsal

Qué bella forma de plasmar su obra poética
siempre es un placer estar presente en ellas y
como es obvio dejo las huellas de mi paso por lo suyo.
Que el Señor guíe su camino!

[Esmeralda]

FEBARSAL, gracias por compartirnos tus
letras por este foro, ha sido grato pasar y disfrutarlas.
Saludos en la distancia.