Blog-novela: Hasta llegar a ti....(17)

[eternity]

Mi blog argentino (Un respiro)

Sinceramente no recuerdo bien cuando inicié mi blog allí en Argentina. Este que leéis, no es el primer blog que creé.
La ciudad dónde vivía con Ariadna y Sandro, tenía más bien carácter de pueblo. Las gentes se sentaban a tomar mate con las reposeras (hamacas) o sillas en las puertas de sus casas. Era como volver a la España de los años 60, que es la época que yo he vivido.
Era y es, un pueblo tranquilo, al menos en apariencia.
Todo lo que estoy contando, ha sido vivido por mí y aún hoy me pregunto cómo he podido soportar tanto.
Creé el blog y en él contaba diariamente lo que hacía allí, o las cosas que me pasaban, o hacía fotos del pueblo y las comentaba.
Mis padres me leían e incluso comentaban.
Jamás en el blog comenté las cosas “malas” que me estaban sucediendo, sin embargo en las libretas dónde escribía se denotaba ya mi tristeza, mi pesar y mis ansias.
El blog me ayudó mucho a soportar la soledad que me estaba engullendo y de la cual, la única salida y ya sin dinero e ilegal en el país, era marcharme definitivamente de Argentina.
He escrito tanto allí, he leído tanto, que iba a libro cada dos días…
He de decir que yo no tengo nada en contra del pueblo Argentino, muchas de las personas que allí he conocido están en mi corazón, por siempre.
Doy gracias a mis letras, a mis sentimientos plasmados que me salvaron de caer en la más profunda desesperación.
Aún así, he intentado conocer y dar más de una oportunidad a Ariadna y hoy, después de más de dos años me pregunto el por qué.
La respuesta es……Sandro, pero también lo fue la falta de recursos económicos para poder irme del país.
Mi historia de amor, aquella en la que creí, se estaba convirtiendo en mi peor enemiga.
Soy consciente de que todas las vivencias que vienen a partir de ahora son las más crueles, las más tristes y desembocan en una marcha rápida de Argentina…
Esto ha sido un pequeño respiro, para poder seguir escribiendo, las próximas letras de mis vivencias allí….




©Conxi

[Mónica Loureiro]

Fue un viaje demasiado triste. Y más si se piensa con que objetivo fue realizado.