Todo en mi habitación

[Josep Angel]

En voz femenina.

La música de Bach, que tanto porfió él para que la tuviera cerca de mí: ahí está. Y todos los demás. No sé que significan hoy sus melodías acarameladas en un mundo de ruídos de alquitrán, de voces que se atropellan desde los más diversos aparatos. La música de Bach... y el escudo del Barça de cuando cumplió el Centenario, por papá. Colgado en un rincón que trasluce en blau i grana, un balón dentro de una olla y chicos... a jugar!! Por papá, un banderín de colores. Ya vés!! Los libros que se compró semana tras semana: ediciones baratas, de bolsillo. Tengo aquí metido todo lo que se tragó: desde Hesse(el primeró que cazó) hasta Christa Wolf(por ahí ronda trazando senderos bajo los tilos). Por mi padre iría al fín del mundo, quizás... tengo todos sus libros alineados en los sencillos estantes que él mismo me construyó. Tengo los míos bajo la cama dentro de cajas de cartón. Los míos no valen nada, solo cuentan marranadas: De Sade era un ángel.
Los cómics de Corto Maltés, porqué a mi amiga preferida le encantaban. Por eso también yo los compraba. Compacts de las chicas que cantan nihilismo: un puñado de estadounidenses, dos o tres canadienses... escuchar para para no oir nada, e imaginarlo todo. De dentro para afuera un camino estéril, más en la vuelta un cúmulo de riquezas. Las escucho en días de lluvia, cuando sale el sol, me dan pereza. Y los CD's de Nicole: mi amada musa de piel de cera, el hermoso rostro que yo más añoro no haber besado, los films de Nicole: los buenos y los malos. Los que hizo con su esposo, los que hizo, al fín!! sola, libre del todo. Y algunos clásicos: Paris-Texas, tan rebovinado. Europa, Europa!! tan odiado. Amado, pues.
Todos los lápices gastados, puntas apenas de lo que un día lució, nunca tirados, en rincones, cual nichos, guardados. Las gomas que ya no borran, los libros de aprendizaje arrugados... mi habitación contiene los elementos que me subieron al tren en el que ahora transito. Mis primeros retratos, familiares voluntariosos prestando su rostro para luego decir, con sinceridad cruel: Esa soy yo!! Por Dios!! Lo escrito, lo guardado... los poemas a las primeras chicas amadas, a los primeros chicos buscados. Fotos clavadas con chinchetas en una pequeña franja de pared. Fotos sin importancia, sin interés propio. Un pequeño puzzle de cosas dispersas. Un cura.
Mi transistor de pilas con aspecto de sapo, de colores verde claro y turquesa. Mi ropa esparcida entre sillas, mi sombrero negro de ala ancha, como el que se le ví a Gena Rowlands en "Gloria". El flexo encima de la computadora: luz blanca para que me comunique con la aurora desde la noche que clava sus alas como si fueran dagas.
Y mi silencio. Mi silencio de chica asustada, de lo mucho que sabe y calla. De lo poco que espera, cuando tanto le aguarda: mi habitación es como un corredor, pero mejor sería un pequeño callejón cerrado al final por una pared brutal.

[belleza_interna]

hola le envio un gran abrazo linda habitacioan llena de recuerdos gracia spor compartir