CRUELDAD CON LOS DELFINES
Cada 1 de octubre Japón inaugura su temporada anual de cacería de delfines. Para esa época los pescadores de las Islas Iki, Futo y otras, salen al mar en sus embarcaciones, rodean a los grupos de delfines con redes y los conducen hacia una bahía cerrada. Una vez encerrados entre la playa y las redes los obligan a varar y comienza la matanza de la que no se salvan ni las crías ni las hembras preñadas.
Grupos de hombres con el agua ensangrentada a la cintura se dedican a matar uno a uno a los ejemplares atrapados. Se utilizan todo tipo de herramientas: hachas, lanzas, garfios y cuchillos que se hunden una y otra vez en el cuerpo de los cetáceos que se mueven desesperadamente tratando de huir, salpicando en derredor con su propia sangre. Cada vez que se hunde un cuchillo la multitud lo festeja con gritos de frenesí y brazos en alto. Los pescadores japoneses intentan justificar la salvaje matanza diciendo que los delfines compiten con ellos en la pesca que cada día es más escasa.
Apenas media docena de delfines serán "indultados" por los pescadores y vendidos a los acuarios donde permanecerán encerrados por el resto de sus días. Los delfines muertos irán a parar al matadero local donde cada habitante del pueblo reclamará un trozo de carne para su consumo, aunque la mayoría de las veces lo tiran sin probarlo, el resto se convertirá en fertilizante.
Según la Red de Trabajo y Acción por los Delfines y las Ballenas entre 1963 y 1999 se mataron en Japón 668.393 delfines en matanzas por pescadores. Un organismo gubernamental, tal vez preocupado por la imagen exterior ordenó en 1999 "que se mantenga la matanza de delfines fuera de la vista del público". A partir de ese momento, las matanzas se realizan en el mar abierto o en las playas durante la noche. En una ocasión un científico americano liberó a un grupos de delfines atrapados en la Isla de Iki, por ese acto fue condenado a prisión.
Tal vez algún día Japón entienda que los daños que le causan al mar son daños que se causan ellos mismos ya que no podrán permanecer ajenos: Japón es una isla, apenas un pequeño territorio rodeado de mar. Ese mismo mar al que están intentando destruir.
De
http://www.mundoacuatico.com
CONSUMO DE DELFINES
En Perú y otros países se capturan delfines para consumo humano. Los dientes y huesos se utilizan en la fabricación de collares y otras artesanías. En 1990, el gobierno peruano decretó la prohibición de su captura, procesamiento y comercio. Pero el efecto no fue el esperado: en 1993 se estimó que anualmente se capturaban entre 15,000 y 20,000.
En la actualidad, la captura y comercio de delfines, marsopas y otros cetáceos menores están prohibidas por ley, y las penas incluyen hasta tres años de prisión para los infractores. Sin embargo, se ha descubierto que en lo que va del año el comercio de carne de delfín continúa, a veces encubierto, otras a la vista de todos.
"Si has visto un delfín surfeando las olas, y luego ves los ojos de un delfín muerto, con su cuerpo cortado en pedazos, sentirás la necesidad de hacer algo al respecto", señala Nina Pardo, presidenta de la Asociación Mundo Azul.
Junto a Sergio Bambarén, autor del best-seller "El Delfín" y vicepresidente de la asociación, realiza campañas contra la matanza y el cautiverio de estos animales.
DD
Muy triste lo que nos cuentas de los delfines he buscado alguna inforamción y es realmente cruel. sabias que los Delfines al ser mamíferos son muy parecidos al hombre? tienen sentimientos, lloran cuando se les separa de sus crias, es muy muy triste lo malvado que puede ser el hombre por dinero, porque luego venden esta carne para comerse la, lo separan de sus carias, la matanza de los delfines es atroz, realmente a mi me espanta y me da una rabia que no te imaginas, es igual la rabia que me produce cuando veo a esas mujeres con esos abrigos de nutria o animales en extinción.
Es fuerte pero la realidad
Gracias por hacernos mas humanos mi querido pez
Te quiero
Shos