Test de conocimiento personal

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Test para mujeres: ¿Conoce el cuerpo de su pareja?
Internarse con pericia por la geografía masculina enriquece la relación. Le brinda a él la seguridad de ser querido. Mida con este test del amor sus conocimientos de la anatomía del varón. Esta es su oportunidad…
Casi todas las mujeres suponen que conocen perfectamente el cuerpo de su pareja, esa sutil geografía poblada de terminaciones nerviosas que transportan la llamarada del deseo.
Pero a veces se preguntan: ¿hay alguna manera de proporcionar un placer más intenso? ¿Es posible que un hombre sea multiorgásmico?
¿El que se autosatisface, es un egoísta sin redención?
No se puede conocer a un hombre sin tocarlo, sin conocer cómo funciona su cuerpo y, a veces, para acercarse más hay que desafiar las leyes de un falso pudor.
Un hombre puede insinuar que desea algunas aproximaciones nada ortodoxas, pero ¿hasta qué punto debe tomarse este pedido al pie de la letra?
La cultura occidental no favorece particularmente que la mujer esté informada y conozca los requerimientos de estimulación por parte de su pareja. Para disipar hasta la más pequeña duda que entorpezca su felicidad amorosa, deseamos que usted responda el siguiente test:
1. La estimulación en los órganos genitales masculinos produce:
A. Un intenso placer que lleva al orgasmo. Produce en el hombre una aceleración del corazón, la sensación de estar bajando en pendiente por la montaña rusa. Una sensación que él siente en la boca del estómago, se precipita a través de su cuerpo desde los labios y su lengua, pasa por la médula de sus huesos y lo llena de orgullo.
B. Una práctica muy satisfactoria, siempre que esos estímulos sean suaves y rítmicos.
C. Placer, pero también molestias a la mañana siguiente cuando los estímulos son excesivamente vigorosos. Además, hay hombres que aprecian ese tipo de caricias a medida que se van caldeando pero, llegados a la excitación extrema, debido a ella reportan un dolor sordo en la región genital.
2. La estimulación táctil más prolongada que exige un hombre maduro no resulta aburrida para su compañera siempre que:
A. Se haga el amor una vez por semana.
B. La mujer no lo interprete como la prueba de que ella carece de atractivos.
C. Ambos compartan una relación sentimental y sexual capaz de aceptar ciertos cambios.
3. La secreción de hormonas sexuales está controlada por la hipófisis. ¿Es posible estimular esta glándula desde el exterior del cuerpo del hombre?
A. No. No es posible.
B. Sí, mediante un masaje en la parte posterior del cuerpo del hombre, hacia el final de la espalda, en la zona de la médula espinal, donde se encuentran los principales centros nerviosos sexuales.
C. Mediante un masaje en la parte media de la frente.
4. ¿Cuándo se trata de estimular a su pareja, cuál de estos puntos le parece más erógeno?
A. El orificio anal.
B. Los testículos.
C. El glande masculino (la cabeza del pene).
5. ¿Cree conveniente preguntarle a su pareja cuáles son las zonas más sensibles de su cuerpo?
A. Jamás. Me gustaría, pero no me atrevo. Él no habla demasiado; además, detesta a las mujeres apremiantes. Dice que las charlas sobre sexo apagan por completo su deseo. Odia las presiones groseras; para él, sus necesidades sexuales son evidentes y yo las satisfago sin tanto palabrerío estúpido.
B. Sólo cuando la excitación va en aumento y si tenemos cierto grado de confianza. Para que el amor sea completo debe existir una aproximación gradual. Las alturas del éxtasis se asumen paso a paso, escalón por escalón, de manera que una siempre tiene tiempo para detenerse antes de dar un paso en falso. De lo contrario, las zonas erógenas se van devaluando; de tan recorridas, van perdiendo interés.
C. ¿Por qué no? Cada hombre tiene su geografía erógena.
6. Con respecto al orgasmo masculino, antes de la penetración usted piensa que:
A. El hombre tiene que ser dueño de un escrito control sobre su orgasmo para darle a la mujer tiempo para lograr el suyo.
B. El hombre puede aplazar, si se lo propone, su propia satisfacción. Es una cuestión de entrenamiento.
C. El hombre sólo puede tolerar cierto grado de excitación; si la excitación es generada, él no podrá esperar a que su pareja quede satisfecha. Siempre que esta experiencia no se convierta en hábito, es normal.
7. ¿Qué piensa usted sobre la influencia del alcohol sobre la conducta sexual de un hombre?
A. El alcohol exalta la pasión de acuerdo con la naturaleza erótica de cada hombre.
B. El alcohol tanto puede embotar el pene como provocar una gratificante erección; todo es cuestión de encontrar una dosis razonable.
C. Cierta cantidad de alcohol limita la rigidez de la erección dándole al pene cierta flexibilidad, lo que dilata el tiempo del orgasmo con la consiguiente prolongación del placer.
8. La señal inequívoca de la excitación de un hombre es:
A. Cierta agresividad; una nerviosidad en aumento que es a la vez búsqueda y temor al rechazo.
B. La erección que la mujer percibe en el hombre al aproximarse los cuerpos.
C. No existe una única señal, sino toda una serie de síntomas, tales como la dilatación de las pupilas, el temblor de las aletas de la nariz, la tensión en cada músculo del cuerpo, una energía íntima e intensa que trata de transmitir placer a la mujer objeto de su deseo.
9. Con respecto a la posibilidad de que un hombre experimente orgasmos múltiples, usted está convencida de que:
A. Es imposible. Lo natural es que la relación sexual comience con la excitación, siga con el orgasmo, culmine con la eyaculación y ceda paso al período refractario, que es el período de relajación que precede a un nuevo coito. Es probable que algunos hombres experimenten un semiorgasmo que mitigue la tensión sin perder la erección, que luego les permita continuar la relación sexual para culminar en un orgasmo completo.
B. Algunos hombres consiguen tener orgasmos múltiples retirando el estímulo un segundo antes del orgasmo. En este caso, la eyaculación consiste en unas pocas gotas, acompañadas de varias contracciones secas. Entonces no tienen ninguna dificultad para tener otro orgasmo momentos después.
10. ¿Qué piensa usted de la autosatisfacción masculina?
A. Que es muy efectiva cuando el hombre no está involucrado afectivamente con una mujer. De lo contrario, es una especie de traición, un acto de egoísmo.
B. Los hombres tienen dos vidas sexuales, una con su mujer y otra consigo mismos.
C. Los hombres tienen derecho a amarse a sí mismos sin sentirse culpables; incluso, si lo desean, pueden autosatisfacerse en presencia de su propia mujer, que así obraría de estímulo.
PUNTAJE
Para detectar si usted conoce el cuerpo de su hombre, adjudíquese puntos de acuerdo a las siguientes pautas:
Respuesta A 0 punto
Respuesta B 1 punto
Respuesta C 2 puntos

Resultados:
De 0 a 6 puntos:
Usted necesita aprender a conocer el cuerpo de su pareja. Para empezar, estudie la relación que ofrece ante la estimulación de pequeñas zonas, sin olvidar siquiera la planta de los pies. No se avergüence de hacer preguntas; el falso pudor es enemigo del disfrute sexual. Observe, pruebe, avance sin temores. Pero no fuerce las relaciones de su compañero insistiendo con excesivo vigor en las partes muy sensibles. Además, si logra liberarse de ciertos preconceptos perimidos, la comunicación sexual con su pareja será excelente.
De 7 a 12 puntos:
Sus relaciones sexuales tienen más bien un ritmo monocorde y un tono gris. Le falta pimienta, creatividad, curiosidad. Recuerde que no existen reglas en cuanto a la estimulación más efectiva y que no siempre da resultado el mismo tipo de estimulación. Por otra parte, piense que aunque el sexo sea fantástico, deben sumarse a esos estímulos los que nacen de un auténtico interés personal, de la conversación, la compañía y el cariño.
De 13 a 20 puntos:
La felicitamos. Las respuestas que más se ajustan a la realidad son las C, las que usted eligió. Este resultado revela que usted es una mujer que conoce perfectamente el significado de la estimulación de una piel sobre otra piel. Para usted el sexo no es aburrido y jamás se siente excluida cuando lo practica. Sabe muy bien que un amante es un amigo al que se puede persuadir sin ofender. Siga disfrutando de esa habilidad para explorar las regiones del amor y esa capacidad de sentimiento que, de seguro, inunda su alma.