y se hallaba, enfrente de mi asiento,
Aun leyendo, notó que la miraba,
y creo que leyó mi pensamiento,
dejó el libro moviéndose de lado,
tal vez me dio a entender su desagrado,
mas al ver su perfil aun más hermoso
ya no dejé de mirarla y abstraído
no bajé en mi destino y como ido
seguí el viaje mirando silencioso.
I I
Me pregunta un lector interesado:
y cuando ella llegó a su destino...?
Insólito, ocurrió lo inesperado,
bajé del tren siguiendo su camino,
y aturdido llegué hasta su puerta
no lo pude evitar, estaba abierta,
intenté dentro ver los entresijos…
¿Te imaginas tú ahora su final?
te daré inequívoca señal,
ella ahora es, la madre de mis hijos
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