
“Moriría por un beso”
Y yo que moriría por un beso
robado de tu dulce y bella boca,
es por esta pasión que en mi provoca
arrebato excitante de embeleso.
Ahora que de ti quedé yo preso
de esta locura, que ya mi alma toca,
este mi corazón a Dios invoca
el gran amor que yo por ti profeso.
Tus labios como esencia de la vida
hallé en aquel momento tan ardiente,
dispuesta estabas tú para la huida.
Tu presencia soñada y hoy ausente,
torturan cual castigo de la druida
que ya son mi pasado y mi presente.
©Roberto Santamaría