Venciendo los abismos tan libre cual gaviota
me cuelgo por los aires volando en albedrío
y marco aquel espacio tan lindo como mío
con huellas del amor que puro en mi alma brota.
Disfruto el vaivén suave, la brisa que no agota,
los sentimientos arden en claro desvarío,
no importan las razones, pues solo en mí confío,
soñando con el cielo no pienso en la derrota.
Me entrego sin reservas, apuesto a vencedor,
mi corazón se exalta clamando tu querencia,
se rinde a las quimeras tributos del amor.
Celebro con albricias, portal de la experiencia,
raudales cantarines acuden al clamor
con tiernas ilusiones disfruto en la inocencia.
ANA