- Un soneto principal, de inicio (aquí llamado soneto cero), con acróstico que identifica a los autores de los sonetos (AdrianaReyesFP).
- Catorce sonetos derivados estructurados así:
Esta corona de sonetos ha sido escrita por Adriana Comesaña (alias, Safo) y Reyes Ferrándiz (alias ReyesFP). Los sonetos creados por la primera son los numerados 2, 4, 6, 8, 10, 12 y 14. Los ocho restantes fueron desarrollados por ReyesFP.El soneto UNO, toma íntegro el primer verso del soneto CERO y termina repitiendo el verso segundo del mismo soneto CERO.
- El soneto DOS empieza con el verso final del soneto UNO (que es el verso DOS del soneto CERO). Y termina con el verso TERCERO del soneto CERO.
- El soneto TRES empieza con el verso final del soneto DOS que es el verso TRES del soneto CERO. Y termina con el verso CUARTO del soneto CERO.
- ... Y así sucesivamente, hasta...
- El soneto CATORCE, que empieza con el verso CATORCE del soneto CERO (= verso final del soneto TRECE) y termina con primer verso del soneto CERO, cerrando así la rueda o corona.
REYES: SONETO CERO - De profundis... (En latín, salmo 130). Desde mi abismo clamaré al Señor...)
Al borde del abismo he caminado,
Derrotados los sueños, sin aliento,
Rumbo incierto nos marca este mal viento
Incierto porvenir anticipado.
A los dioses de barro que he adorado
No quiero regalarles mi lamento,
Apóstata ilustrado e irredento,
Rebelde idealista escarmentado.
Esperando llegar a ser simiente
Yacente está la espiga desmayada
En la tumba olvidada de las risas.
Sabiendo que la tierra nunca miente,
Feliz, espera el golpe de la azada,
Por ti va floreciendo donde pisas.
REYES: SONETO 1 - Al borde del abismo.
Al borde del abismo he caminado,
intentando esquivar a mi destino,
huyendo de un futuro viperino,
en total bancarrota, amortizado.
¿Qué es lo que hicimos mal? -me he preguntado-
¿quién nos lanzó a este ciego torbellino?
¿cúya es la culpa de este desatino
demente, que al planeta ha degradado?
Y ¿sabes? Ni me importa la respuesta,
cuando se resquebraja mi estructura
y me arrastra este piélago violento.
Me jugaba la vida en esta apuesta,
pagar quiero a la muerte su factura
derrotados los sueños, sin aliento.
ADRIANA: SONETO 2 - - Derrotados los sueños.
Derrotados los sueños, sin aliento,
oigo el eco lejano de un gemido,
el susurro sangrante y mal herido
de un mundo que quedó sin argumento.
La voz que se levanta en el tormento
dando forma al infierno tan temido
es el grito rasgado y confundido
del hombre doblegado al sufrimiento.
En la tumba del ser sin ilusiones
hundir quiero mis manos entregadas
buscando la raíz del sentimiento.
Es tiempo de sembrar nuevas razones,
las cartas del destino están echadas
rumbo incierto nos marca este mal viento.
REYES: SONETO 3 - Rumbo incierto.
Rumbo incierto nos marca este mal viento
que ha dejado el velamen hecho trizas,
navego un mar de arenas movedizas
perdido en laberintos de cemento.
Y me llegas, mujer, como el portento
que has sabido brotar de tus cenizas;
ave fénix eterna, profundizas
y tercamente roes mi cimiento.
Pero escúchame bien, esto se acaba,
realmente es el fin de la quimera,
la triste penitencia de un pecado
que nunca cometimos. Mujer brava,
sabes bien, como yo, que nos espera
incierto porvenir anticipado.
ADRIANA: SONETO 4 - Incierto porvenir.
Incierto porvenir anticipado
sin caminos trazados en la nada,
pero tú eres el todo y la morada,
la vida y el amor que me han salvado.
Sigues estando erguido y a mi lado
en la fe de una tierra renovada,
verás que será pronto luz dorada
de un nuevo despertar que está anunciado.
Si sientes que la noche está al acecho
refúgiate en mi seno que te ofrece
descanso a tus fatigas de soldado.
Caben dos corazones en mi pecho,
que quiere aborrecer y no aborrece
a los dioses de barro que he adorado.
REYES: SONETO 5 - Sólo tú eres verdad.
A los dioses de barro que he adorado
entre inciensos de místicos fervores
los veo en retirada, desertores
huyendo del infierno que han creado.
Sólo tú eres verdad. No me ha engañado
tu olor a tierra, a pan, a luz y a flores
resumes y haces grandes los valores
frente a un mundo sin fe, devaluado.
Pero el mundo es el que es, como te digo.
No voy a suplicar una revancha,
por un final feliz de este mal cuento.
Confundido, sin ruido, sin testigo
y en silencio, me entrego a la avalancha,
no quiero regalarles mi lamento.
ADRIANA: SONETO 6 - No quiero regalarles mi lamento.
No quiero regalarles mi lamento
ni quiero mendigar ningún futuro;
arderé en las cenizas ¡fuego puro!
para ser tu verdad y tu sustento.
No cedas a la pena del momento
ni creas el mañana tan oscuro.
Tierra y luz, flor y pan; en ti perduro
y soy, por ti, razón y fundamento.
Tú que has visto a las piedras verter llanto
y al mismo mar tragarse las montañas
y teñirse de sangre el firmamento,
estás aquí, al final de todo espanto,
surgiendo con dolor de las entrañas,
apóstata ilustrado e irredento…
REYES: SONETO 7 - Apóstata ilustrado.
Apóstata ilustrado e irredento,
me escudo en la virtud de los herejes,
cansado de esquivar tejemanejes
de un antiguo o de un nuevo testamento.
Mujer, mi luz, mi fe, mi complemento,
la verdad que no duele. La que tejes
los sueños en mi piel que como esquejes
enraizando en mis venas ya presiento.
Y el mundo empezará una nueva era,
una página en blanco, sin mentira,
haciendo tabla rasa del pasado.
Y quizás una nueva primavera
consigas acercar a quien suspira,
rebelde idealista escarmentado.
ADRIANA - SONETO 8 - Rebelde idealista
Rebelde idealista escarmentado,
el hijo de una tierra escarnecida,
semilla de una vid que fue escogida
y en surcos el amor ha germinado.
Eterno, en mis fatigas te he buscado,
motivo de esperanza sostenida;
mi carne con la tuya será ungida:
dos cuerpos en un vínculo sagrado.
¡Mira! Que un nuevo sol aun es posible
que, despierta, impaciente y fermentada,
la savia ya en las venas se hace urgente.
La sangre, sí, que empuja incontenible,
y fluye jubilosa y desbordada
esperando llegar a ser simiente.
REYES: SONETO 9 - La simiente.
Esperando llegar a ser simiente,
se infiltran por tus poros como hormigas,
y sueñan un pan blanco las espigas
que inclinan la cabeza al sol naciente.
Mujer, como la tierra, mansamente
lograrás florecer en las fatigas
de ese bendito vientre donde abrigas
el germen de un futuro diferente.
El temblor de tus senos me plantea
fantasías al borde del mareo;
soy un náufrago anclado a tu mirada,
porque siento que sube la marea,
la piel abre los surcos al deseo,
yacente está la espiga desmayada.
ADRIANA - SONETO 10 - La espiga desmayada
Yacente está la espiga desmayada,
palpitando su anhelo de blancura,
tu mano la presiente y apresura
la cálida caricia ambicionada.
Se levanta, fecunda, enamorada
y bebe del rocío la dulzura;
es mies que se bendice en la ternura
del beso que le diera tu alborada.
Pensar que fue hasta ayer tan solo escombro
el suelo moribundo que pisamos
renegando de todas sus premisas
y hoy miran nuestros ojos, con asombro
resucitar la fe que sepultamos
en la tumba olvidada de las risas.
REYES - SONETO 11 - En la tumba olvidada.
En la tumba olvidada de las risas
se extiende un mar de rojas amapolas
y un cielo de azafrán sobre sus olas
impregna la mañana con sus brisas.
Y estoy en estas luces indecisas
contigo, afortunadamente a solas,
flotando en un rumor de caracolas,
sin más filosofías ni pesquisas,
porque empieza la historia desde cero,
desterrado de nuestro paraíso
el ojo circular de la serpiente,
la tierra -mies y espiga- es el sendero
que nos lleva al más serio compromiso...
¡Sabiendo que la tierra nunca miente!
ADRIANA - SONETO 12 - Porvenir azul
¡Sabiendo que la tierra nunca miente!
comprendo que el esfuerzo no fue vano
si camino confiada de tu mano
a un mañana que asoma reluciente.
Porvenir de un azul resplandeciente
contenido en tus ansias de hortelano;
el Edén prometido y ya cercano
que se torna, de pronto, transparente.
Y mis manos se hunden con las tuyas
en el surco que abraza ilusionado
la semilla que duerme esperanzada.
Certero en el instante en que concluyas;
bendito nuestro suelo libertado
feliz espera el golpe de la azada.
REYES: SONETO 13 - Por ti.
Feliz espera el golpe de la azada
o el arado que rompa su corteza,
la tierra, que custodia con firmeza
en su vientre la vida encapsulada.
Te siento así, mujer, tierra labrada,
surco abierto a mi afán que sueña y reza
por la fértil semilla, en la certeza
de la lluvia en tus venas derramada.
Por ti, mujer, y en ti todo es creíble:
la abeja, el ruiseñor, la miel, el nido,
es todo vida en ti, todo sonrisas...
Y esta senda que has hecho irreversible,
al calor del deseo compartido
por ti va floreciendo donde pisas.
ADRIANA: SONETO 14 - En el umbral del cielo.
Por ti va floreciendo donde pisas
fecunda en la virtud de tu existencia.
En ti será la paz, el bien, la esencia
y el sueño de la gloria que precisas.
En el umbral del cielo ya no hay prisas;
brotando ante la luz de tu presencia
se gesta con ternura en la inocencia
el más preciado fruto que hoy divisas.
Y el néctar de mi pecho se derrama
fertilizando llanos y praderas
milagro del amor que tú has sembrado.
Para regar la vida que reclama,
para acunar la dicha que me dieras
al borde del abismo he caminado.
ReyesFP - Safo
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