Sonetos simples
Publicado: Mar Dic 27, 2011 12:13
Entre dos sendas
Ha caído brumosa sobre las horas quietas
la noche negra y amplia, nadie jamás ha visto,
suspirar los silencios que las almas escuetas
derraman sobre el viento; solo Dios ha provisto
para el humilde y sabio esas cosas secretas.
Sentir cuando acampando los Angeles de Cristo,
atienden al llamado de los viejos profetas,
Sobre mi esta la vida, para saber que existo
mis ojos se despliegan entre la luz del mundo
entonces suelto un ramo de palabras brillantes
que el corazón exhala desde lo mas profundo.
Ya la noche destiende su manto de diamantes,
para cubrir de sueños a tanto moribundo
que del soplo maligno se volvieron amantes...
Tiempos
Mi mente persevera desglosando momentos
igual que un eco sórdido puesto en Las manecillas
de un antiguo reloj. Bien recuerdo los lentos
ajetreos de mi madre, cual tiernas avecillas
aprendiendo a volar. Tonos amarillentos
atrapan la mirada, mirar las viejas sillas
es volverse al pasado, donde los pensamientos
se vuelven personajes que nos hacen cosquillas.
Recordamos sonriendo, pero también lloramos.
Es la vida un momento, nosotros una flor
que se va marchitando. No todo lo expresamos
con sentimientos ávidos de pureza y de amor.
somos seres diversos, diferente pensamos,
pero existimos todos, por un mismo creador.
Matices
Ningún beso me tiñe de amor el corazón.
El alba decorada de brumados colores
desciende tibia y frota con sus bellos albores
las durmientes ideas del mundo y la razón.
Hasta lo más inerte despliega sensación,
igual mi cuerpo añora del amor sus fulgores,
para emitir el gozo, cual perfume las flores
al viento alegre esparcen con gran satisfacción.
Mis gratas ilusiones estrujo con desvelo
hasta formar imágenes que fecunden mi sueño.
De tonos armoniosos la luz reviste el cielo,
que lúcido agiganta su esplendor alagueño.
Pero a mi corazón le hace falta consuelo,
y anhelante desea, de una boca ser dueño.
Ha caído brumosa sobre las horas quietas
la noche negra y amplia, nadie jamás ha visto,
suspirar los silencios que las almas escuetas
derraman sobre el viento; solo Dios ha provisto
para el humilde y sabio esas cosas secretas.
Sentir cuando acampando los Angeles de Cristo,
atienden al llamado de los viejos profetas,
Sobre mi esta la vida, para saber que existo
mis ojos se despliegan entre la luz del mundo
entonces suelto un ramo de palabras brillantes
que el corazón exhala desde lo mas profundo.
Ya la noche destiende su manto de diamantes,
para cubrir de sueños a tanto moribundo
que del soplo maligno se volvieron amantes...
Tiempos
Mi mente persevera desglosando momentos
igual que un eco sórdido puesto en Las manecillas
de un antiguo reloj. Bien recuerdo los lentos
ajetreos de mi madre, cual tiernas avecillas
aprendiendo a volar. Tonos amarillentos
atrapan la mirada, mirar las viejas sillas
es volverse al pasado, donde los pensamientos
se vuelven personajes que nos hacen cosquillas.
Recordamos sonriendo, pero también lloramos.
Es la vida un momento, nosotros una flor
que se va marchitando. No todo lo expresamos
con sentimientos ávidos de pureza y de amor.
somos seres diversos, diferente pensamos,
pero existimos todos, por un mismo creador.
Matices
Ningún beso me tiñe de amor el corazón.
El alba decorada de brumados colores
desciende tibia y frota con sus bellos albores
las durmientes ideas del mundo y la razón.
Hasta lo más inerte despliega sensación,
igual mi cuerpo añora del amor sus fulgores,
para emitir el gozo, cual perfume las flores
al viento alegre esparcen con gran satisfacción.
Mis gratas ilusiones estrujo con desvelo
hasta formar imágenes que fecunden mi sueño.
De tonos armoniosos la luz reviste el cielo,
que lúcido agiganta su esplendor alagueño.
Pero a mi corazón le hace falta consuelo,
y anhelante desea, de una boca ser dueño.