Poemas en la sombra
Publicado: Jue Sep 15, 2011 15:50
Pasión
Respiro de suspiros, apasionados besos,
vino rojo pulsando nuestra rítmica sangre.
Ebrios de amor y sueños, y en los ojos brillantes
dos destellos gigantes lamiendo nuestros cuerpos.
La rosa pensativa
(a mi abuela Valeria)
Su cabeza inclinaba, igual que una flor tierna,
y por un tic nervioso no cesó de menearla.
-Es mi abuela Valeria, la rosa pensativa,
la que perfuma el sueño de mis contemplaciones.
Conocí el mar profundo que agitó su memoria,
y el efecto amoroso de sus tímidos besos.
Me arrullé entre sus brazos, cuando sus labios dulces
me bañaban de cantos el corazón y el alma.
Los inviernos posaron en su cálido cuerpo
y le dejaron blanca su cabellera negra,
y a su mirada alegre le robaron el brillo
pero a su cuerpo seco, le dejaron la miel.
Batir de sombras
Tus ojos desgranados por mis ojos
lucen cansados y se sienten tristes,
como los días nublados de otoño
que amarillean húmedos y grises.
Yo me pregunto amor ¿Que te sucede?
Y un silencio se filtra en mi memoria,
con su batir de sombras entrañables.
Nos queremos, me digo, y te acaricio
de la misma manera que aquel día,
en que unimos los cuerpos amorosos
para darle consuelo a nuestras vidas.
Y un destello disuelve las penumbras
que oscilantes marcaban la nostalgia
de los brumosos días que nos cercan.
Respiro de suspiros, apasionados besos,
vino rojo pulsando nuestra rítmica sangre.
Ebrios de amor y sueños, y en los ojos brillantes
dos destellos gigantes lamiendo nuestros cuerpos.
La rosa pensativa
(a mi abuela Valeria)
Su cabeza inclinaba, igual que una flor tierna,
y por un tic nervioso no cesó de menearla.
-Es mi abuela Valeria, la rosa pensativa,
la que perfuma el sueño de mis contemplaciones.
Conocí el mar profundo que agitó su memoria,
y el efecto amoroso de sus tímidos besos.
Me arrullé entre sus brazos, cuando sus labios dulces
me bañaban de cantos el corazón y el alma.
Los inviernos posaron en su cálido cuerpo
y le dejaron blanca su cabellera negra,
y a su mirada alegre le robaron el brillo
pero a su cuerpo seco, le dejaron la miel.
Batir de sombras
Tus ojos desgranados por mis ojos
lucen cansados y se sienten tristes,
como los días nublados de otoño
que amarillean húmedos y grises.
Yo me pregunto amor ¿Que te sucede?
Y un silencio se filtra en mi memoria,
con su batir de sombras entrañables.
Nos queremos, me digo, y te acaricio
de la misma manera que aquel día,
en que unimos los cuerpos amorosos
para darle consuelo a nuestras vidas.
Y un destello disuelve las penumbras
que oscilantes marcaban la nostalgia
de los brumosos días que nos cercan.

