(Alejandrinos)
No sabes lo que sufre mi corazón vacío,
palpita tristemente buscando la razón,
en este invierno crudo siente dolor y frío,
no siente ya tus besos, tu amor, ni tu pasión.
No sabes que la angustia de mi alma abandonada
me mata lentamente si no te ve volver,
no tardes te lo pido... no tardes dulce amada,
tus besos necesito... no quiero perecer.
No sabes cuánto duele sentirte muy lejana,
tal vez en otros brazos feliz te dormirás,
no creas en caricias, porque en cada mañana
mis besos necesites y me recordarás.
Recuerda nuestras cenas y nuestros desayunos,
recuerda los paseos que vivimos los dos,
tal vez no fueron todos... pero fueron algunos
que juntos le pedimos la bendición a Dios.
- - - - - - - - -
Mariano Bequer.
Maracaibo, 10/02/14