que ha de hacerme feliz o desgraciado
y al mirar tus retinas he notado
que no sé descifrar.
Tus ojos son muy nítidos y azules
y viendo ese color tan delicado
se me nublan los míos y cegado
ya no puedo mirar.
Ojala que mi voz ya no temblara
cuando quiero decirte lo que siento,
o pudiera tu ignoto pensamiento
saber adivinar.
Mas pienso que los días se suceden
y un día he de saber mi gran ventura
o la trágica suerte fría y dura
de un triste despertar.