
El muchacho adolescente
ya no quería andar a pie,
y a su papá de repente,
le pidió el coche prestado,
y el padre dijo a su vez,
con un tono mesurado:
“Te pondré unas condiciones
para prestarte mi coche:
Buenas calificaciones
y la Biblia leas de noche”.
Además, dijo a Juanelo:
“Y también te condiciono
a que te cortes el pelo,
ya que eso no lo perdono”.
El padre vio que el muchacho
cumplía con mucho anhelo,
mas el greñero era largo,
porque no se cortó el pelo.
Dijo el padre:” Algo no hiciste,
pues no te cortaste el pelo”,
y el hijo sin verse triste
le contestó sin recelo.
“Cuando leía la Biblia,
me di cuenta que los santos
y Jesucristo, traían
el pelo bastante largo”.
Entonces como contraste,
el padre dijo esta vez:
“¿Y acaso no te fijaste
que andaban todos a pie?”