No suelo enamorarme fácilmente
y en pedazos me has roto de momento.
Llegaste como lluvia incandescente.
Pocas cosas suceden de repente
otras tantas mueren en el intento
pero tu me arrastraste en tu corriente.
No llevo el amor escrito en la frente
ni soy la viva imagen del tormento.
No suelo enamorarme fácilmente.
¿Como ignorar tu belleza insolente
y el baile de ese cuerpo en movimiento?.
Negarlo hubiera sido irreverente.
Escucho al corazón que nunca miente
y te creces en flor del pensamiento.
Admito que no fuiste un accidente.
No suelo enamorarme fácilmente
pero hay palabras que se lleva el viento.
Tocaste mi piel, ¡caliente, caliente!
a ritmo de tango, trágicamente.
Rybka.