Y danzando su vals sobre las olas
al embrujo del canto de sirenas
fueron besos de plata a las arenas
las espumas de amor que tú enarbolas.
Trenzamos nuestros dedos, te arrebolas,
veleros de pasión surcan mis venas
y con su resplandor mil lunas llenas
hacen de tus cabellos caracolas.
Nuestra playa infinita fue un paisaje,
barcas y marineros, decorado,
la música de fondo su faenar.
Los cuerpos del amor nuestro equipaje;
que allí en la misma orilla fue grabado
a golpes de oleajes de la mar.