Absurda tierra burda que reclama,
precoz es su llamado impertinente
y aterra al corazón que está inocente
del cruento tribunal que allí le llama.
La angustia como manto se amalgama
cubriendo pesarosa y prepotente
el grito que se escucha en la silente
congoja sorprendida por el drama.
El alma se resiste a la jugada,
corona con su luz de incandescencia
pues siente que su fuerza está tentada.
¡Que triunfe la vida que es la esencia!.
Reniego de la muerte su tonada,
postergo el acudir a su presencia.
ANA (LA MUKA)
Julio 2012