
MAS VIGOR
Doctor me siento abatido
por un problema severo,
y mi mujer me ha insistido
que lo venga a ver ligero.
La cosa es que en el primero
me siento perfectamente;
el segundo es lentamente
y apenas llego al tercero.
Preguntó el doctor Camaño:
¿Dígame usted qué edad tiene?
Y aquel le dijo ochenta años.
Pero hombre ¿qué más pretende?
replicó el facultativo.
Y el viejo dijo por ende:
Llegar al cuarto ¿me entiende?,
porque en ese piso vivo.