Si vienes conmigo
Publicado: Dom Feb 09, 2014 12:42
(Poema de amor y deseo)
Puede ser que todas las palabras se unan en una de sola y yo espere que sea la tuya,
puede ser que tú y tu voz ya desaparecisteis la última noche,
todo es posible en tiempos de amores que se duelen y miran a dos caminos,
temen a dos sendas, lanzan una moneda al aire. Quizá te aguarde en el bosque,
quizá tomes un bus que a la ciudad lleva. O viceversa.
Pueden ser los nuestros caminos cruzados, errados,
de tiempo finito.
Una canción muy hermosa que ya concluyó: tres minutos.
Tres meses de amor y luego hastío, luego huida,
ansias de estar ansios@, temor a perderse en la rutina,
sed de aventura... puede ser todo eso.
Que uno ya no espere al otro, que la parada se halle desierta
al borde de la carretera. Que nunca más nos hallemos, que no sepamos
donde encontrarnos, o ni siquiera hagamos el esfuerzo.
Ninguno de nuestros caminos es fácil, nunca se escapan al peligro,
somos seres de medianoche tristes e infelices que ya rompieron muchos amores,
quizá ahora nos comamos el nuestro a dentelladas
y después aún sigamos con hambre y nuestros ojos claros
busquen en el horizonte nuevas siluetas.
Puede ser todo eso, pero yo no lo deseo. Aún cuando antes
muchas veces lo hice. Y tú también. El juego de probabilidades
nos va a la contra, como tantas otras cosas.
Somos el caballo perdedor en una casa de apuestas... si alguien
se decide por nuestra historia se lleva el premio mayor;
la voluntad es nuestra, podemos manipularla a nuestro antojo:
Pero los dos, con uno no basta.
Puede ser que todas las palabras se unan en una de sola y yo espere que sea la tuya,
puede ser que tú y tu voz ya desaparecisteis la última noche,
todo es posible en tiempos de amores que se duelen y miran a dos caminos,
temen a dos sendas, lanzan una moneda al aire. Quizá te aguarde en el bosque,
quizá tomes un bus que a la ciudad lleva. O viceversa.
Pueden ser los nuestros caminos cruzados, errados,
de tiempo finito.
Una canción muy hermosa que ya concluyó: tres minutos.
Tres meses de amor y luego hastío, luego huida,
ansias de estar ansios@, temor a perderse en la rutina,
sed de aventura... puede ser todo eso.
Que uno ya no espere al otro, que la parada se halle desierta
al borde de la carretera. Que nunca más nos hallemos, que no sepamos
donde encontrarnos, o ni siquiera hagamos el esfuerzo.
Ninguno de nuestros caminos es fácil, nunca se escapan al peligro,
somos seres de medianoche tristes e infelices que ya rompieron muchos amores,
quizá ahora nos comamos el nuestro a dentelladas
y después aún sigamos con hambre y nuestros ojos claros
busquen en el horizonte nuevas siluetas.
Puede ser todo eso, pero yo no lo deseo. Aún cuando antes
muchas veces lo hice. Y tú también. El juego de probabilidades
nos va a la contra, como tantas otras cosas.
Somos el caballo perdedor en una casa de apuestas... si alguien
se decide por nuestra historia se lleva el premio mayor;
la voluntad es nuestra, podemos manipularla a nuestro antojo:
Pero los dos, con uno no basta.