Cánticos...
Publicado: Jue Ene 03, 2013 20:43
Es de madrugada,
y cada signo, cada roce, cada estrago, cada impulso que en mi cuerpo
se cincela por el frío
me recuerda inevitablemente la sensación de tus caricias...
¡oh, como reverberabas de ilusión aquel invierno!
¡como, ante un espejo lleno de polvo, gesticulabas para invocar a tu "yo" interno!
Y bien, así pasó la navidad,
así nació el año
y tú
si, TÚ,
aún palpitante de inimaginables constelaciones arraigadas en el más enigmático de los cielos,
descubriste que en tus carnes dabas alojamiento a la inmundicia,
al vinagre y al salitre,
a los aullidos vomitados por gargantas infernales,
y de un solo tajo,
con solo un verso,
te diste muerte...
Y ahora
en mi ser
despertado nuevamente por los mismos sentimientos que experimentara al trasnochar,
te reanimas
te devuelves a este mundo de inepcia y deplorables malabaristas
que fornican con los destinos ajenos
en plena y absurda complicidad con los traga-fuegos de la coincidencia,
y es entonces cuando te pregunto
¿no fue suficiente una vida?
¿una muerte?
¿una cruz?
¿un desengaño,
como para que ahora quieras re-encarnar en mi existencia?
"Calla, mortal imbécil... que en el trance al cual me vi sometido durante todos estos años
me ha demostrado la capacidad del ser vivo,
y los alcances de la vida por medio de su emanación misma,
así que escucha,
y déjame reposar en ti,
para volver...
para volver..."
y cada signo, cada roce, cada estrago, cada impulso que en mi cuerpo
se cincela por el frío
me recuerda inevitablemente la sensación de tus caricias...
¡oh, como reverberabas de ilusión aquel invierno!
¡como, ante un espejo lleno de polvo, gesticulabas para invocar a tu "yo" interno!
Y bien, así pasó la navidad,
así nació el año
y tú
si, TÚ,
aún palpitante de inimaginables constelaciones arraigadas en el más enigmático de los cielos,
descubriste que en tus carnes dabas alojamiento a la inmundicia,
al vinagre y al salitre,
a los aullidos vomitados por gargantas infernales,
y de un solo tajo,
con solo un verso,
te diste muerte...
Y ahora
en mi ser
despertado nuevamente por los mismos sentimientos que experimentara al trasnochar,
te reanimas
te devuelves a este mundo de inepcia y deplorables malabaristas
que fornican con los destinos ajenos
en plena y absurda complicidad con los traga-fuegos de la coincidencia,
y es entonces cuando te pregunto
¿no fue suficiente una vida?
¿una muerte?
¿una cruz?
¿un desengaño,
como para que ahora quieras re-encarnar en mi existencia?
"Calla, mortal imbécil... que en el trance al cual me vi sometido durante todos estos años
me ha demostrado la capacidad del ser vivo,
y los alcances de la vida por medio de su emanación misma,
así que escucha,
y déjame reposar en ti,
para volver...
para volver..."


