NO ES UN ADIOS…
Publicado: Vie Jun 10, 2011 00:30
NO ES UN ADIOS…
Por: Douglas J. Álvarez M.
No se si llorar o reír,
no se si callar o gritar,
lo cierto es que una nueva oportunidad
a tu vida llego y en hora buena mi Dios
por fin te escucho.
Naciste para triunfar porque la estrella de Belén
ilumino por siempre el sendero que tu destino labro.
No es un hasta luego y mucho menos un adiós,
solo es parte de lo que Dios me regalo.
Como una raíz de mi árbol te adopte
y de tu salvia sin permiso me alimente,
tu incondicional amistad a mis ramas fortaleció
y nuestras diferencias como a una hoja el viento se llevo,
el fruto de tu presencia por mi alma admirado es,
y en néctar divino de tu ternura para mi corazón un tónico fue.
Gracias a la vida porque en mi camino te encontré,
esto no es un adiós, simplemente en una nueva emoción
que sin querer experimente.
Hasta la eternidad sin condición estaré
y el sitio que le robaste a mi corazón siempre te lo brindaré,
no es una despedida porque jamás te iras,
solo es un melancólico momento que muy pronto pasara.
Fuiste, eres y serás el don divino de la amistad,
amistad sin límites,
amistad incondicional,
criatura engendrada por la más pura bondad.
Que los ángeles te arropen con el manto
sagrado de la esperanza y la fe,
que las estrellas te guíen por la vereda del éxito
y de la eterna felicidad.
Esto no es un hasta luego y mucho menos un adiós,
es para decirte que te admiro mucho y te quiero de corazón.
Por: Douglas J. Álvarez M.
No se si llorar o reír,
no se si callar o gritar,
lo cierto es que una nueva oportunidad
a tu vida llego y en hora buena mi Dios
por fin te escucho.
Naciste para triunfar porque la estrella de Belén
ilumino por siempre el sendero que tu destino labro.
No es un hasta luego y mucho menos un adiós,
solo es parte de lo que Dios me regalo.
Como una raíz de mi árbol te adopte
y de tu salvia sin permiso me alimente,
tu incondicional amistad a mis ramas fortaleció
y nuestras diferencias como a una hoja el viento se llevo,
el fruto de tu presencia por mi alma admirado es,
y en néctar divino de tu ternura para mi corazón un tónico fue.
Gracias a la vida porque en mi camino te encontré,
esto no es un adiós, simplemente en una nueva emoción
que sin querer experimente.
Hasta la eternidad sin condición estaré
y el sitio que le robaste a mi corazón siempre te lo brindaré,
no es una despedida porque jamás te iras,
solo es un melancólico momento que muy pronto pasara.
Fuiste, eres y serás el don divino de la amistad,
amistad sin límites,
amistad incondicional,
criatura engendrada por la más pura bondad.
Que los ángeles te arropen con el manto
sagrado de la esperanza y la fe,
que las estrellas te guíen por la vereda del éxito
y de la eterna felicidad.
Esto no es un hasta luego y mucho menos un adiós,
es para decirte que te admiro mucho y te quiero de corazón.