Un verdadero amigo nunca se esconde, al contrario, sale al paso a afrontar junto con el que lo necesita y sufre las penas ajenas dentro de sus sentimientos.
La fuerza de la amistad es más sólida cuando sale para demostar cuanto vale a quién la necesita y ser el apoyo para darle la seguridad perdida. Gracias Leonardo por tus siempre bienvenidos comentarios.
La obscuridad en el túnel es más que angustiosa y que reconfortante es el extender la mano para buscar apoyo que nos haga caminar sobre suelo firme y encontrarnos con otra mano extendida que tomada de la nuestra nos lleve al final para ver de nuevo los rayos de luz.
Brindarse de corazón a quién nos necesita es algo que nadie puede asegurar necesitaremos para nosotros en el futuro, se da sin esperar recibir y se recibe para aprender a dar cuando se necesite.