la mano recorría cada centímetro de piel,
incomprendidos buscaran la respuesta en sus bocas,
intercambiando respuestas, pensamientos e ilusiones,
los labios transmitían las preguntas,
cuando sus lenguas las respuestas, chocante una con otra,
parece una marea descontrolada en el ojo del huracán incomprendido.
Rozando sus mejillas con ternura descubierta
en lo más profundo de sus almas,
la sangre invadida de pasión,
recorre cada espacio minúsculo de sus cuerpos,
levitan de placer sobre el lienzo de sus pensamientos.
Entrelazados como cadenas inmóviles,
se vuelven como un solo ser, fusionados alma con alma,
corazón con corazón, cerebro con cerebro, cuerpo con cuerpo,
como una inmensa energía cubierta con la transparencia de la realidad