
Acaricio los sueños retorcidos
En tu vientre, aun en el día
Tu vida es mi noche.
Entre inmensos escenarios
Los anhelos se pierden en los
Espejos que dibuja un mimo,
Su rostro es tu lágrima.
Que se crese en aludes interminables
De lastima, viva el violín mudo,
Sus cuerdas calcinadas por el
Tiempo.
No hay música, el silencio
Se atora en cada tonada, te miro
Tranquila, perdida en la niebla
De cada deseo.
Un inmenso escenario que se traga
Tus años, entre arrugas y gemidos
Te has pasado actuando, una historia
Sin público.
Soy aquel que te mira, acariciando
Tus sueños, bebiendo de tus confesiones,
De cada rezo, que como polvo se
Diluye en el viento.
Sigo en las sombras, cada que puedo
Te seduzco con nuevas obras,
Pero es maldito el destino,
Me arrastra entre tus penumbras.
Y así con cada lágrima te construyo
Una sima, desde lo alto te observo
Acariciando tus sueños retorcidos
En tu vientre marchito.
Viva violín, de notas mudas
Bailemos a la luz de la luna,
La niña es feliz, mientras su
Mimo llora.