Ramón Carela
Diciembre ya volvió con nosotros
y con él, las brisas de la navidad,
pintando el buen humor en los rostros
y en los corazones la felicidad,
ensanchando el sentir de la amistad
y fortaleciendo la unión con los otros
con el amor, la comprensión y la bondad
y engalanando con las flores de notros.
A su llegada se siente el aire fresco,
luego nos forza a depender de abrigos
y entre la gente se nota el cristianesco,
extendiéndole la mano a los mendigos
que sufren de apetito gigantesco
y del dolor que causan sus mordigos.