TAN SOLO UNA ROSA
CON AMOR, RESPETO Y ADMIRACIÓN A TODAS LAS MUJERES EN SU DÍA 08 DE MARZO 2010
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
La mirada de amiga que en la soledad material
Es un agraciado curativo para mi alma,
mirada que da consuelo a mi corazón,
que agoniza con frecuencia de pena.
La mirada de amiga que hace renacer mi alma
con esa profunda mirada perfumada
y alimenta a mi ánimo con una alegría admirable,
y despierto aspirando las dulces madrugadas de la primavera
cuando el sol de mediodía centellea
sobre la planicie de mi vida enamorada
Mirada que me hace comprender el soplo del amor
que se acuna en el seno de una inmortal alegría
y siento dentro de mí un calor,
Que me impide expresar lo todo lo que siento
Y quisiera esparcirlo sobre el papel,
Convirtiéndolo éste en espejo de mi alma,
Alma que transparenta tan solo la imagen de mi amada.
Mirada que ha visto pasar de la tristeza a la alegría,
Y del amor a una dulce melancolía,
desgarrado por el adiós de esa mirada
de la amiga de mi juventud.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
Y que alejan todos mis dolores.
La mirada de esposa, que despliega
ante ella la maravillosa sensibilidad
con que mi corazón abraza el universo,
despertando un torrente de emociones en mi alma enamorada.
Sublima la razón y el pensamiento
no pueden resistir, me quedo sin aliento.
Esta sola mirada es capaz de dibujar en mí
toda la eternidad de lo ilustre de tu rostro.
Esa mirada ilumina un horizonte entre nosotros,
esa mirada se sumerge en un mar de sentimiento
Que hace arder en deseo de entregarse por completo,
soñando saborear las mieles sublimes de un amoroso
encuentro.
Y halla el hombre su lugar en los brazos de una esposa,
entregarse a los cuidados que se impone tan solo esa mirada,
la dicha que en vano ha buscado por toda la tierra
la encuentra en la tierna mirada de una esposa enamorada.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
Esa mirada milagrosa, que como bálsamo cura las heridas,
que es el jardín donde la paz llena al alma y la vivifica,
ante esa mirada el dolor pierde todo su poder
y evita filtrarse a la angustia hasta el fondo del alma,
Esa mirada que borra el tiempo en que el corazón
estaba solitario.
fuente querida, fuente amada, que refresca al alma enamorada,
esa mirada que esperará compartir de su frescura
aún cuando pases de prisa junto a ella sin ni siquiera mirarla.
Sus niños somos y vehementemente suspiramos
por esa maternal mirada.
Esa maternal mirada que se dirige siempre al hijo,
que sólo de él eternamente se ocupaba el corazón lo dijo,
esa mirada que humedecida por las lágrimas
entregan todo su ser y pueden llorar el prodigio
de creer en el amor aun en medio del dolor,
esa mirada que iría al mismo infierno
por demostrar al hijo cuanto le ama.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres Miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
Pero esa rosa es la más bella y hermosa que pude
encontrar en mi jardín.
Ella encierra todo el poder de las tres miradas.
La de la amiga, la de la esposa, la de la madre,
Tan solo una rosa tengo para ti,
la que crece en los ojos de una mujer enamorada,
la mirada que solo encuentro, en los ojos
de la mujer.
.CON AMOR, RESPETO Y ADMIRACIÓN A TODAS LAS MUJERES EN SU DÍA 08 DE MARZO 2010
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
La mirada de amiga que en la soledad material
Es un agraciado curativo para mi alma,
mirada que da consuelo a mi corazón,
que agoniza con frecuencia de pena.
La mirada de amiga que hace renacer mi alma
con esa profunda mirada perfumada
y alimenta a mi ánimo con una alegría admirable,
y despierto aspirando las dulces madrugadas de la primavera
cuando el sol de mediodía centellea
sobre la planicie de mi vida enamorada
Mirada que me hace comprender el soplo del amor
que se acuna en el seno de una inmortal alegría
y siento dentro de mí un calor,
Que me impide expresar lo todo lo que siento
Y quisiera esparcirlo sobre el papel,
Convirtiéndolo éste en espejo de mi alma,
Alma que transparenta tan solo la imagen de mi amada.
Mirada que ha visto pasar de la tristeza a la alegría,
Y del amor a una dulce melancolía,
desgarrado por el adiós de esa mirada
de la amiga de mi juventud.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
Y que alejan todos mis dolores.
La mirada de esposa, que despliega
ante ella la maravillosa sensibilidad
con que mi corazón abraza el universo,
despertando un torrente de emociones en mi alma enamorada.
Sublima la razón y el pensamiento
no pueden resistir, me quedo sin aliento.
Esta sola mirada es capaz de dibujar en mí
toda la eternidad de lo ilustre de tu rostro.
Esa mirada ilumina un horizonte entre nosotros,
esa mirada se sumerge en un mar de sentimiento
Que hace arder en deseo de entregarse por completo,
soñando saborear las mieles sublimes de un amoroso
encuentro.
Y halla el hombre su lugar en los brazos de una esposa,
entregarse a los cuidados que se impone tan solo esa mirada,
la dicha que en vano ha buscado por toda la tierra
la encuentra en la tierna mirada de una esposa enamorada.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
Esa mirada milagrosa, que como bálsamo cura las heridas,
que es el jardín donde la paz llena al alma y la vivifica,
ante esa mirada el dolor pierde todo su poder
y evita filtrarse a la angustia hasta el fondo del alma,
Esa mirada que borra el tiempo en que el corazón
estaba solitario.
fuente querida, fuente amada, que refresca al alma enamorada,
esa mirada que esperará compartir de su frescura
aún cuando pases de prisa junto a ella sin ni siquiera mirarla.
Sus niños somos y vehementemente suspiramos
por esa maternal mirada.
Esa maternal mirada que se dirige siempre al hijo,
que sólo de él eternamente se ocupaba el corazón lo dijo,
esa mirada que humedecida por las lágrimas
entregan todo su ser y pueden llorar el prodigio
de creer en el amor aun en medio del dolor,
esa mirada que iría al mismo infierno
por demostrar al hijo cuanto le ama.
Tan tolo tengo una rosa para ti
que me recuerda las miradas,
tres Miradas que sofocan toda la agonía que hay en mí,
y que alejan todos mis dolores.
Pero esa rosa es la más bella y hermosa que pude
encontrar en mi jardín.
Ella encierra todo el poder de las tres miradas.
La de la amiga, la de la esposa, la de la madre,
Tan solo una rosa tengo para ti,
la que crece en los ojos de una mujer enamorada,
la mirada que solo encuentro, en los ojos
de la mujer.
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