Poema=
PROSA A MI TRÉBOL QUERIDO
Es algo sutil, hermoso, misterioso, que hoy en día se convierte en lo más importante que tengo en mi vida: el amor a mi trébol querido. Aquí van dedicadas, a él, estas sencillas líneas de agradecimiento:
***
En un día de nostalgias, de búsqueda, de frustración él encontró un paraíso terrenal poblado de hermosas plantas. Cada planta contaba con su propio aroma, su propio color... su propio semblante. En sus manos él sólo tenía papeles. Al llegar a este Edén terrenal se arrimó al árbol principal que había en medio de ese "mágico lugar".
Secó las lacrimales que abundaban en sus ojos. Con manos temblorosas escribió unas líneas que parecían de un dolor profundo, una melancolía que parecía que arrastraba desde hace ya mucho tiempo; me atrevería a decir, de "toda su vida".
Al acabar aquél sencillo escrito lo dejó depositado en una vieja mesa a la cual él bautizó su "Mesa de Proyectos, de Recuerdos". Acto seguido empezó a explorar aquel bello lugar, deteniéndose a disfrutar del aroma, la fragancia que expelían cada planta, distinta en tamaño, forma, color, olor, textura. Mientras más las exploraba, más aprendía de ellas, causando en él cada inspiración en su pecho adolorido.
Pasó el tiempo. Aquél hombre ya se había instalado, cobijándose por los pocos árboles frondosos que había, alimentándose del néctar que cada planta le proporcionaba. En retribución, él le escribía versos. Dedicada cada poema a cada planta que daba de sí misma para que este ser no se alejara de este lugar.
Fue entonces que, con el paso del tiempo, este ser se había encariñado de algunas plantas en particular, haciendo que dicha planta se sienta la más cuidada de todas al proveerle el abono necesario, el infaltable líquido vital, para que siga conservando su envolvente aroma característico de cada una. Mas no se había olvidado tampoco de cuidar a los demás seres que componían la gigantesca familia en ese enorme jardín.
Llegó un momento en que dicho ser le confió sus secretos a las pocas plantas que lo habían acogido en su interior. Dicho ser le contó su vida a cada una, recibiéndo de ellas los más útiles y valiosos consejos a manera de néctar que cada una le proporcionaba. Este ser se convirtió en el salvaguarda de todo ser maligno que viniera a obstruir aquél lugar lleno de paz, tranquilidad, de sosiego. Fidelidad. Lealtad. Esto le prometió aquel agradecido hombre que ahora estaba a disposición de estas plantas que con sabios consejos a manera de aroma le transmitían.
Hubo un tiempo entonces que estuvo mudo. Haciendo que ellas se sintieran mal por el qué pasaba. Aquél silencio a ellas las ponía nerviosas, preocupadas, puesto que su cuidante no se hacía presente en sus corredores. Sólo lo contemplaban a lo lejos inmóvil, inerte, con una mirada profunda y penetrante, dando a entender que estaba en uno de sus escasos momentos profundo de meditación. Su mirada se centraba en el horizonte, buscando en él una respuesta para seguir la vida, seguir su estadía en aquél mágico recodo del mundo al cual todo ser extranjero ignoraba.
Varios días pasaron hasta que se levantó, con un cúmulo de pergaminos escritos para aquella planta que significó todo para él. Varios días tuvieron que pasar para que este ser inerte de nuevo este correteando por esa pradera poblada de hierbas campestres, entreteniéndose con los colores de las demás plantas, delatando su siempre delicada diversidad.
Entonces se acercó a aquella planta a la cual le había confiado todo. La única entre todas la cual este hombre le había escrito sendos escritos en son de agradecimiento por todo lo que había hecho, como una guía que a él le hubieran entregado para seguir el camino de la vida. Dicha planta era un hermoso trébol de tres verdes y hermosas hojas. Al recibir este ser un grueso y enorme poemario, no tuvo más que derramar unas gotas de agua a manera de gotas de lágrimas, en son de agradecimiento por tan hermoso e inesperado presente que aquél ser le hacía, puesto que sólo se prestó a dar sus consejos en aquél néctar que él tanto apreciaba.
Él siguió su camino, luego de mucho tiempo de haber convivido con aquellos seres que Dios en su naturaleza nos regaló, a modo de acompañarnos en nuestro pasar por la vida, el mundo y la historia. Su color verde ahora infunde esperanzas a todo aquél que, al verlo, cree haber perdido tan preciado valor. Con esperanzas aquél hombre se marchó. Con la esperanza que le infundieron, a partir de ese momento, las tres hermosas hojas de su trébol querido.
***
Hoy este ser, o sea yo mismo, no se cansa de agradecer los valiosos consejos que a manera de dulce néctar este hermoso y preciado trébol me dió. Hoy en día me sirvo de esta linda savia y su aroma para seguir adelante en esta mi agitada vida de ser nostálgico que aún cargo a cuestas todo los días.
Dicho paraíso terrenal, en cuyo centro habia un árbol, hace referencia a mi preciado lugar: Shoshan.cl
Cada planta es cada poeta que conocí a lo largo de esta mi carrera por el mundo de las letras en este mi espacio.
El aroma y el néctar de cada planta es cada mensaje, cada consejo valioso recibido.
Sus corredores son los distintos espacios donde entré y dejé mi sencilla huella.
Pero falta citar lo más preciado de todo este texto: el trébol de tres hojas.
Dicho trébol hace referencia a tres personas muy especiales que tengo en el foro (sin discriminar a otros, claro está):
Mujer de Espuma: Bella mujer a la cual yo he considerado, después que la conocí, como mi linda hermana mayor cuando con sus letras me acompañaba en mi larga e inacabable carrera por el mundo de las letras.
Doral: Mujer a la cual le confié todo. Mi vida personal y mi vida sentimental, sobre todo, tiene su base en sus sabios y preciados consejos. Mujer a la cual yo con mucho orgullo la considero como la "Madre de mis Pensamientos".
Shoshan: Linda mujer que me abrió las puertas a este hogar suyo que lo hago mío. Mujer que en su momento me comprendió en mis errores, que hoy en día con sus sabias letras me ofrece generosa e inmerecidamente una mano amiga.
Es este trébol querido de tres preciadas mujeres que hoy mi vida me lo fundamenta. Me lo hace feliz. Es por este trébol querido que todos los días yo me paseo por este bello jardín como lo es Shoshan y sus distintos corredores (espacios). A este hermoso trébol de hojas color verde esperanza dedico estas líneas. Todo para ellas. Todo por ellas. Todo por mi trébol.
Prosa a mi trébol querido.
LÁGRIMAS DEL SOL
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11 de febrero de 2008 |